¿Te imaginas ir y volver volando de casa al trabajo? Hace años que los coches voladores protagonizan novelas y películas de ciencia ficción, pero hasta la fecha la tecnología no ha sido capaz de diseñar ningún prototipo que fuera a la par factible y comercializable. Sin embargo, el auge de la industria de los drones podría dar un empuje definitivo a este sector. La empresa china Ehang, especializada en la fabricación de estas aeronaves no tripuladas, presentó en la última edición de la feria Consumer Electronic Show, celebrada en Las Vegas a principios del mes de enero, el primer dron del mundo capaz de transportar pasajeros.
La compañía tiene previsto vender este prototipo, llamado Ehang 184, a finales de año, aunque, según afirma el fundador de la compañía, Derrick Xiong, debido a la falta de regulación del sector, su circulación se restringirá a espacios delimitados a tal efecto y a zonas turísticas.
A simple vista, el Ehang184 parece un híbrido entre un dron y un pequeño avión tripulado. El vehículo presenta cuatro propulsores con hélices horizontales, como los drones convencionales, pero además incluye una cabina de pasajero. El prototipo es capaz de transportar una persona de hasta 100 kilos de peso y volar un máximo de 23 minutos a una velocidad de hasta 100 kilómetros por hora. La principal diferencia con una aeronave convencional radica en su funcionamiento. Se trata de un avión no pilotado, con un plan de vuelo automático preestablecido. El viajero solo tendría que activar el dispositivo haciendo ‘clic’ en una pantalla al despegar y al aterrizar.
Ehang184 es capaz de aterrizar verticalmente, por lo que no es necesario disponer de ninguna pista a tal efecto. Además, funciona íntegramente con energía eléctrica, con lo que puede recargarse fácilmente. La empresa fabricante asegura que cuenta con todo tipo de medidas de seguridad, entre ellas un sistema de aterrizaje de emergencia y un mecanismo que posibilita el control remoto del si fuese necesario. Además, en caso de condiciones meteorológicas adversas, un dispositivo impide el despegue como medida de precaución. Para los interesados, la empresa anuncia la venta de los primeros prototipos en su página web a un precio que oscila entre los 200.000 y los 300.000 dólares (de 184.000 a 276.000 euros).