Gracias a la colaboración de once instituciones estadounidenses lideradas por la Universidad Duke, recientemente se ha podido publicar el que se considera el borrador del árbol de la vida más completo realizado hasta el momento y que engloba un total de 2,3 millones de especies procedentes de más de 500 árboles familiares distintos. Ha sido como armar un puzle descomunal, ensamblando todos los árboles previos conocidos, hasta constituir este superárbol que se ha computarizado bajo el nombre Open Tree of Life. Un «Árbol de la Vida Abierto», pues la intención es que científicos de todo el mundo participen, aportando sus descubrimientos y mejorándolo.
En el proyecto han intervenido 35 científicos, que han invertido unas 100.000 horas de trabajo a lo largo de estos últimos tres años escudriñando toda la documentación disponible sobre el árbol filogenético de la vida. El resultado es un valioso recurso digital online, gratuito y abierto, donde se pueden consultar millones de taxones que han ido apareciendo desde que la vida se originó en la Tierra hace 3.500 millones de años. Este es el primer intento de conectar todos los puntos disponibles hasta hoy, y mostrarlos de forma digital y ordenada. Porque, como dice Karen Cranston, investigadora principal de la Universidad Duke, hay una gran diferencia entre lo que saben los científicos acerca de las relaciones entre los diferentes seres vivos y la información disponible, unificada y, sobre todo, abierta para todo el mundo. Este es un primer paso, opinan los investigadores, al que seguirán muchos otros a medida que se acaben de digitalizar todos los datos existentes, y a medida también que se vayan descubriendo y describiendo los miles de organismos de los que aún desconocemos hasta incluso su existencia.