La supervivencia de las futuras misiones a Marte dependerá del máximo aprovechamiento que se pueda sacar de los recursos disponibles, desde la luz solar hasta las aguas residuales de los astronautas. Partiendo de esta misma premisa, un equipo de investigadores de la fundación Tekniker, dedicada a la investigación sobre ingeniería industrial, ha diseñado un nuevo reactor capaz de aprovechar las condiciones ambientales del planeta rojo para usarlas como combustible de cohetes espaciales. La clave, reutilizar el CO2, una molécula que conforma hasta el 95% de la atmósfera marciana, y reciclar parte de los desechos provocados por los propios astronautas.

Desde Tekniker explican en qué constan y cómo funciona: se trata de un dispositivo similar a un cubo con distintas celdas (como si fuese un sándwich) convertirá el CO2 en otros elementos con ayuda de la energía solar capturada en el planeta rojo. El sistema ‘fotoelectroquímico’ desarrollado en este proyecto convertirá esos recursos en hidrocarburos como el metano, monóxido de carbono y alcohol, que servirán de combustibles para el lanzamiento de cohetes desde suelo marciano. El mismo proceso, explican los investigadores, servirá para desintoxicar el agua empleada en las misiones espaciales con el fin de reutilizarla para otros fines. “El reactor se alimentará de la luz solar, y las aguas grises de los astronautas se usarán para ayudar en la producción del propulsor, explica Borja del pozo, investigador y coordinador del sector espacial de Tekniker. El sistema no purifica agua, ya que el agua sucia que entra se descompone en varios elementos, habilitando las reacciones electroquímicas necesarias para producir metano, pero la reutiliza para convertirse en un combustible eficiente.

El aprovechamiento de recursos podría ser la única alternativa viable para futuras misiones espaciales.

"Esta actividad nos proporciona un recurso muy valioso, no solo para el diseño de nuevos propulsores al planeta rojo, sino también como fuente de alimentación de lugares remotos, como las estaciones científicas en la Tierra", sostiene Jean Christophe Berton, técnico de la Agencia Espacial Europea, entidad responsable de la financiación y el desarrollo de este proyecto científico en el marco de la Plataforma Innovación Espacial Abierta.

Combatir el cambio climático

Los prometedores resultados del proyecto no solo convierten esta tecnología en un recurso para futuras misiones espaciales, sino también para combatir el cambio climático en nuestro planeta, ya que podría aportar información clave en el camino de descarbonización de la atmósfera terrestre. “Por ejemplo, podría aplicarse para soluciones de reducción de dióxido de carbono en la industria o para desarrollar nuevos productos similares que reutilicen las aguas grises producidas por empresas o medios de transporte, como barcos y autocaravanas”, aseguran Borja Pozo, investigador y coordinador del sector espacial de Tekniker y Jonathan Albo, profesor de la universidad de Cantabria, en un comunicado.

 

Dispositivo reactor
© Tekniker

El nuevo dispositivo ideado por científicos españoles consta de un cubo con distintas celdas, e incluye un reactor que convierte el CO2 en metano con ayuda de la energía solar y las aguas grises de los astronautas.

En aprovechamiento de recursos en el ámbito de la exploración espacial recibe el nombre de "utilización de recursos in situ" (ISRU, por sus siglas en inglés), un acrónimo usado para describir aquellas actividades y procesos que se benefician de los recursos disponibles en otros planetas o lunas para conseguir que las futuras misiones espaciales puedan producir sus propios suministros en misiones prolongadas en el tiempo, minimizando así los materiales que se requieren transportar desde la Tierra. Un recurso muy preciado, y quizás la única alternativa viable de cara a futuras misiones espaciales.