Su descubrimiento fue fruto del azar, como el de tantas otras valiosas grutas. Sucedió en la primavera de 2021 en la barriada malagueña de La Araña, cuando una voladura rutinaria en una cantera de caliza que abastece a una cementera dejó al descubierto la entrada a una nueva cueva subterránea. «Parecía una cueva más, de las muchas que han aparecido a lo largo de las décadas que lleva activa la cantera –señala Juan José Durán Valsero, profesor de Investigación del Instituto Geológico y Minero (IGME) del CSIC–. Todas son de origen kárstico litoral, vinculadas a antiguos niveles del mar Mediterráneo, y se han generado durante los últimos cientos de miles de años por la disolución de la roca caliza jurásica del conjunto tectónico denominado Complejo Maláguide». 

La cueva iba a ser dinamitada, pero las exploraciones e investigaciones coordinadas por Durán Valsero e Iñaki Vadillo, profesor de la Universidad de Málaga y experto en hidrogeología, evidenciaron, gracias a la colaboración de un grupo de espeleólogos de la Sociedad Excursionista de Málaga (SEM), que la cueva encierra un tesoro geológico. «Después de tres meses de trabajos comprobamos la existencia de más de un centenar de estegamitas, un tipo de espeleotemas que hoy solo se han encontrado en unas pocas cuevas excepcionales de Australia, Puerto Rico y Eslovaquia», explica Durán Valsero. Los espeleotemas son esas maravillosas formaciones, como las conocidas estalagmitas y estalactitas, que se generan en las cavidades kársticas fruto del depósito de los minerales disueltos en el agua subterránea.

Pero las estegamitas, descubiertas por primera vez en 1991, son muy raras. «Se forman cuando el agua capilar (la que permanece contenida en los poros de la roca) asciende a través de pequeñas fracturas y deja a su paso depósitos minerales que crecen continuamente por los bordes formando un abanico de piedra», explica el geólogo. Una especie de crestas que surgen del suelo y cuyo nombre está inspirado en las que el dinosaurio herbívoro conocido como estegosaurio lucía en su espalda. 

Gracias a estas investigaciones, hoy sabemos que esta cueva de Málaga es uno de los lugares de interés geológico más importantes del subsuelo español. No en vano ya tiene nombre propio: la cueva de las Estegamitas. Ahora lo que necesitan es protección legal.

Este artículo pertenece al número de Junio de 2023 de la revista National Geographic.