Si alguien hubiera estado presente cuando el módulo lunar Falcon de la misión Apolo 15 descendió junto a los montes Apenninus en 1971, esto es lo que habría visto. Investigadores de la ESA en colaboración con la empresa británica Timelab Technologies están recreando misiones históricas a la Luna con realidad virtual 360 en alta definición. Se trata de una manera de obtener nueva información a partir de datos de instrumentos antiguos y de ayudar a planificar las futuras misiones que tendrán lugar a lo largo de esta década.

La misión Apolo 15 fue una de las más ambiciosas de las seis misiones de la NASA que entre finales de la década de los 60 y la de los 70 aterrizó en la Luna, pues atravesó una cordillera más alta que la del Himalaya antes de posarse en las inmediaciones de la rima Hadley, una larga y sinuosa grieta que discurre a modo de un cañón por nuestro satélite natural.

“Estamos rememorando estas misiones para recrearlas detalladamente y así volver a analizar varias de las mediciones científicas efectuadas, como las imágenes ópticas o la espectroscopia de rayos X" explica Erik Kuukers, científico del proyecto de la ESA. "Al combinar datos de posicionamiento con un modelo digital de elevación muy detallado de la superficie lunar, ahora podemos saber con exactitud a qué apuntaban los instrumentos cuando registraron los resultados”.

*Abrir el vídeo en YouTube para una correcta visualización y navegación del entorno virtual en 360

La primera misión tipo J

“Para comenzar elegimos la misión Apolo 15 por ser la primera misión científica de tipo J enviada a la Luna -es decir, con modificaciones en la astronave que permitían una duración del vuelo de hasta 14 días- y en las que se incluyeron instrumentos de detección remota para observar la superficie lunar desde el módulo de mando y servicio -CMS- en órbita durante periodos prolongados. Además, hemos simulado la misión lunar de la ESA SMART-1, lanzada en 2003 y que probó la viabilidad de la propulsión eléctrica solar mientras efectuaba observaciones científicas de la superficie de la Luna”, prosigue Kuukers.

El proyecto, con sede en el Centro de Astronomía de la ESA en España -ESAC, emplea un software especializado denominado SPICE desarrollado por el Laboratorio de Propulsión a Reacción -JPL- de la NASA, que permite planificar e interpretar observaciones planetarias. Alfredo Escalante López, ingeniero de servicio de SPICE para la ESA, explica que: “en el caso del Apolo 15, su órbita alrededor de la Luna se reconstruyó tomando las posiciones y velocidades registradas por el Espectrómetro de Rayos Gamma, que estudiaba la composición de la superficie lunar y la informaciñon adicional aportada por el Espectrómetro de Fluorescencia de Rayos X. “Estos dos instrumentos estaban montados juntos en el Módulo de Instrumentos Científicos (SIM) del CSM. Para probar la precisión de nuestra recreación, comparamos las imágenes recopiladas por la Cámara de Mapeo en luz visible, también a bordo del SIM, con nuestras vistas generadas artificialmente”. comenta Escalante. “Ese mismo proceso integral se aplicó al orbitador SMART-1 y obtuvimos un renderizado en tiempo real de la superficie lunar que podía compararse con las imágenes capturadas en su momento con el Experimento Avanzado de Micro-Imágenes Lunares (AMIE) a bordo de la nave”, añade.

Combinando mediciones de elevación del terreno procedentes de altímetros láser a bordo de otras misiones como la de la sonda Lunar Reconnaissance Orbiter de la NASA -LRO- la cámara de gran ángular de la misma, o las imagenes ópicas teleobjetico del explorador Kaguya de la JAXA, el modelo digital de elevación lunar empleado para este proyecto, con una resolución mínima de metros presenta la máxima precisión posible.

Sistemas de navegación del futuro

“La importancia de conocer así de bien la Luna va mucho más allá del mero interés histórico”, añade Simone Migliari, científico de operaciones de la ESA. “El futuro sistema de navegación Pilot de la ESA usará técnicas de seguimiento de formaciones similares al software de reconocimiento facial para guiar las misiones futuras al aterrizar en algunos de los terrenos más difíciles de la Luna. Pilot verá la luz con la misión rusa Luna-27, que partirá rumbo al polo sur lunar en 2025, transportando una carga útil de la ESA denominada Prospect con un taladro robótico que buscará hielo de agua y otros recursos”, añade.

El equipo también ha visualizado aspectos clave de las misiones que están estudiando con escenarios 3D de alta precisión para consumo público, incluyendo la órbita lunar de Apolo 15, el aterrizaje de su módulo y un recorrido alrededor del lugar del alunizaje del róver lunar. Marc Costa Sitjà, coordinador del servicio SPICE de la ESA, concluye: “Queremos ofrecer nuevos modos de visualizar y validar mediciones científicas, ofreciendo al mismo tiempo una nueva forma inmersiva para que el público pueda revivir la emoción de estas misiones antiguas”.

En este enlace se puede descargar una recopilación de recreaciones en realidad virtual 360 generadas por el equipo.