La ingesta de azúcares libres no debe superar el 10% de la totalidad de calorías consumidas diariamente tanto en adultos como en niños, de acuerdo con un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Además, señala que disminuir la ingesta por debajo del 5% "resultaría en beneficios de salud".

Este azúcar se encuentra en bebidas gaseosas, productos de panadería y alimentos precocinados y ultra-procesados. De estos, la OMS aconseja no consumir más de 25 gramos diarios. Esto se traduciría en aproximadamente seis cucharaditas de café o seis terrones de azúcar.

MÁS DEL DOBLE DE LO RECOMENDADO

Sin embargo, el consumo diario de azúcares añadidos en niños españoles supera más del doble la directriz de la OMS, llegando a un promedio de 55,7 gramos al día. Es lo que revela una nueva investigación llevada a cabo por el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos 'José Mataix Verdú' de la Universidad de Granada. 

Los autores desarrollaron un índice para medir el valor nutricional de los alimentos analizados en el estudio, representando la densidad de nutrientes en cada porción de cada alimento (NDIS). Además, diseñaron un índice de consumo diario de nutrientes (DNII), que se calcula según la cantidad de cada alimento que se consume diariamente.

Según los hallazgos, el 65% de los azúcares añadidos que los niños españoles consumen a diario provienen de alimentos y productos de baja densidad nutricional. Estos incluyen azúcar blanco, mermeladas, salsas, dulces, cacao en polvo, refrescos, helados, galletas, néctares de frutas, repostería y panadería industrial, barras de chocolate, bizcochos y repostería casera, así como bebidas energéticas y deportivas.

Por otro lado, el restante 35% de los azúcares añadidos que los niños españoles consumen a diario se origina de alimentos y productos con una densidad nutricional más alta. Entre los de densidad nutricional media se encuentran postres lácteos, bebidas vegetales y yogures azucarados o con sabor. Los alimentos con alta densidad nutricional incluyen batidos envasados que contienen al menos un 90% de leche, cereales para el desayuno y leches infantiles enriquecidas.

LAS GALLETAS, LO MENOS RECOMENDADO

De acuerdo con el estudio y el índice NDIS, la leche es el alimento más consumido por los niños españoles y posee una alta densidad nutricional, superada únicamente por las leches infantiles enriquecidas. Esta aporta nutrientes esenciales para el crecimiento y desarrollo, como proteínas de alto valor biológico, calcio, fósforo, magnesio, potasio, zinc, vitamina A, riboflavina y niacina.

Los cereales para el desayuno, también con un alto valor nutricional, contribuyen con el 5.9% de los azúcares añadidos consumidos diariamente. Igualmente, los batidos con al menos un 90% de leche aportan nutrientes similares pero contienen azúcares añadidos. A pesar de ello, podrían mantenerse en la dieta debido a su alta densidad nutricional, siempre y cuando el consumo total de azúcares añadidos esté por debajo de las recomendaciones de la OMS.

En contraposición, las galletas y el cacao en polvo, que contienen altos niveles de azúcares añadidos y se consumen con frecuencia, son los alimentos que más azúcares añadidos aportan a la dieta diaria de los niños españoles. Sin embargo, su contribución a la ingesta de nutrientes esenciales es mínima debido a su baja densidad nutricional.


LA OBESIDAD INFANTIL AUMENTA

Las tasas de obesidad infantil continúan escalando globalmente cada año, con una prevalencia de sobrepeso y obesidad en niños del 23.3% y 17% respectivamente. Y cabe recordar que una dieta alta en azúcares libres se correlaciona con un aumento en el riesgo de obesidad, síndrome metabólico y enfermedades del corazón.

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