El código Morse es un sistema de codificación de caracteres alfabéticos y numéricos que utiliza secuencias de señales, generalmente en forma de pulsos eléctricos, sonidos o luces, para transmitir mensajes a través de largas distancias. Fue desarrollado por Samuel Morse y Alfred Vail en la década de 1830 y desempeñó un papel crucial en las comunicaciones durante más de un siglo.

El código Morse asigna a cada letra y número una secuencia única de puntos (cortos) y rayas (largos). Por ejemplo, la letra A se representa como ".-" (punto-raya) y la letra B como "-..." (raya-punto-punto-punto). Las señales se pueden transmitir mediante pulsos eléctricos a través de cables, sonidos audibles o luces visibles.

La duración del punto es la más breve posible. La raya tiene una duración cercana a tres veces la del punto. Entre dos símbolos de la misma letra, hay una pausa con una duración similar a la de un punto. Entre las letras de una palabra, la pausa es aproximadamente el tiempo de tres puntos. Para separar palabras en una transmisión, el intervalo es alrededor de tres veces la duración de una raya.

Cómo funciona el código Morse

El código Morse fue desarrollado para usar el telégrafo, un dispositivo ideado también por Samuel Morse en 1832. Era un sistema de comunicación que permite transmitir mensajes a larga distancia mediante la codificación y envío de señales, generalmente en forma de pulsos eléctricos a través de cables. Emplea un dispositivo llamado "transmisor" que convierte los mensajes en señales eléctricas, y un "receptor" que recupera las señales y las traduce nuevamente en mensajes legibles.

El primer mensaje se envió el 24 de mayo de 1844, cuando el propio Morse transmitió "Lo que Dios ha creado" ("What hath God wrought", una cita bíblica, Números 23:23) desde la Corte Suprema de los Estados Unidos en Washington, D.C. a su asistente, Alfred Vail, en Baltimore, Maryland. 

Era la primera vez en la historia en la que se lograba enviar un mensaje a gran distancia a la velocidad de la luz, es decir, casi de forma instantánea. De este modo, a medida que el uso del telégrafo comenzó a popularizarse, los cambios sociales que produjo fueron tan disruptivos como los que más tarde originaría internet, tal y como ha documentado Tom Standage en su libro The Victorian Internet.

Rápidamente, esta tecnología comenzó a utilizarse en negocios, pues facilitó las transacciones comerciales y financieras a nivel mundial, permitiendo a los comerciantes y empresarios obtener información sobre precios y condiciones del mercado en tiempo real, lo que impulsó el comercio internacional y la economía en general.

También revolucionó el periodismo al facilitar la rápida difusión de noticias y eventos a nivel local, nacional e internacional, lo que llevó al surgimiento de agencias de noticias y al aumento de la demanda de periódicos y boletines informativos.

E incluso tuvo un considerable impacto en las relaciones sentimentales, dando lugar a nuevas formas de interacción en diversos campos, desde el periodismo hasta la guerra. Además, impulsó el surgimiento de nuevas costumbres y términos.

AUMENTANDO LA VELOCIDAD DEL HABLA

Habida cuenta de que el código Morse era más lento que hablar, Morse y Vail, con el objetivo de aumentar la velocidad de transmisión, comprendieron que podían ahorrar pulsaciones de telégrafo asignando las secuencias más cortas de puntos y rayas a las letras más comunes. No obstante, en aquel entonces, se tenía un conocimiento limitado sobre las estadísticas del alfabeto. Fue entonces cuando a Vail se le ocurrió una idea.

Visitó las oficinas del periódico local de Morristown, en Nueva Jersey, y examinó las cajas tipográficas, descubriendo que había un surtido de 12.000 “e”, 9.000 “t” y sólo 200 “z”, tal y como explica James Gleick en su libro La información:

Vail y Morse reorganizaron el alfabeto según estos datos. Originalmente habían usado raya-raya-punto para representar la “t”, la segunda letra más corriente; así que ascendieron a la “t” y le asignaron una sola raya, ahorrando así a los operadores telegráficos del futuro millones y millones de pulsaciones en el teclado. Mucho tiempo después, los teóricos de la información calcularían que aquello había supuesto una ganancia de casi un quince por ciento para un texto telegráfico inglés.

EL CÓDIGO MORSE Y EL TITANIC

El código Morse fue utilizado ampliamente en la telegrafía, un medio de comunicación en el que los mensajes se transmiten a través de cables eléctricos utilizando pulsos de corriente. En particular, la versión internacional del código Morse, conocida como Código Morse Internacional, fue adoptada para su uso en las comunicaciones marítimas y aéreas.

Por esa razón, el código Morse tuvo un papel crucial durante el desastre del Titanic en 1912. El Titanic estaba equipado con un sistema de telegrafía Marconi, que utilizaba el código Morse para enviar y recibir mensajes a través de ondas de radio. Cuando el Titanic chocó contra un iceberg y comenzó a hundirse, los operadores de radio a bordo, Jack Phillips y Harold Bride, enviaron señales de socorro en código Morse a otros barcos cercanos, solicitando ayuda.

El mensaje de socorro utilizado fue "CQD" (que significa "llamada general, peligro") y "SOS" (que se convirtió en la señal de socorro internacional más conocida). Aunque varios barcos respondieron a las señales de socorro, el Carpathia fue el barco que finalmente rescató a los sobrevivientes del Titanic. El uso del código Morse en este evento histórico demuestra su importancia en la comunicación y la coordinación de esfuerzos de rescate durante situaciones de emergencia.

Más Sobre...
Inventos