A día de hoy el cambio climático, las energías renovables, la contaminación o el calentamiento global son temas habituales en las conversaciones cotidianas. Quizá por ello parece que estos problemas son exclusivos del mundo moderno. Sin embargo, un gran estudio colaborativo publicado en la revista Science ha demostrado que los primeros humanos en todo el mundo ya estaban provocando un impacto en sus entornos hace unos 10.000 años.

"La idea de contemplar el impacto humano en el medio ambiente está demasiado centrada en el pasado reciente y el presente" explica uno de los autores del estudio

"A través de todos los datos recogidos podemos observar que ya se produjo un impacto ambiental global por el uso de la tierra hace al menos 3.000 años", declara Gary Feinman, antropólogo del Museo Field de Historia Natural de Chicago y uno de los 250 autores del estudio. "Eso significa que la idea de contemplar el impacto humano en el medio ambiente está demasiado centrada en el pasado reciente". De este modo, Feinman defiende que para comprender nuestra actual crisis climática, necesitamos comprender la historia de como los humanos han alterado sus entornos a través del tiempo.

El hombre y la Tierra: una larga relación

El estudio, dirigido por Lucas Stephens de la Universidad de Pennsylvania, es parte de un proyecto de mayor envergadura llamado ArchaeoGLOBE, el cual se ha centrado en recopilar la información de cientos de investigadores y expertos en la materia sobre cómo el uso de la tierra ha cambiado con el tiempo en 146 áreas diferentes de todo el mundo. El uso de la tierra puede ser entendido como cualquier cosa: desde cazar o recolectar pasando por la agricultura hasta el pastoreo de animales. Y resulta que muchas de las formas en que las personas en la antigüedad usaban la tierra no eran tan "inocuas" como muchos han imaginado.

" Hace ya 3.000 años, los seres humanos desarrollaron una agricultura realmente invasiva en muchas partes del mundo"

"Hace unos 12.000 años, los humanos eran principalmente nómadas; cazadores y recolectores, lo que significa que no interactuaban con sus ambientes tan intensamente como lo hacen los agricultores y ganaderos en general", explica Feinman. "Sin embargo, ahora sabemos que ya desde hace 3.000 años, hubo personas que desarrollaron una agricultura realmente invasiva en muchas partes del mundo".

Durante estos períodos de tiempo los humanos comenzaron a talar y quemar bosques para plantar alimentos; y a domesticar plantas y animales para hacerlos dependientes de la interacción humana. Los primeros pastores también cambiaron su entorno a través de la limpieza del terreno y la cría selectiva. Y si bien estos cambios se produjeron a ritmos diferentes, ahora sabemos que hay ejemplos muy extendidos de ello a largo de todo el mundo que pueden proporcionar la información sobre cómo llegamos a degradar nuestra relación con la Tierra y sus recursos naturales hasta el modo en que lo hacemos hoy en día.

Resulta que muchas de las formas en que las personas en la antigüedad usaban la tierra no eran tan "inocuas

"Hemos podido observar una trayectoria progresiva en nuestro impacto ambiental", explica Ryan Williams, jefe de antropología en el Field Museum y coautor del estudio. "Y si bien la velocidad a la que el entorno está cambiando actualmente es mucho más drástica, también pudimos comprobar los efectos que el impacto del ser humano tuvo en la Tierra hace miles de años".

En busca de la sabiduría de nuestros ancestros

Los resultados, sin embargo, son más optimistas de lo que parecen. Ahora que los investigadores sitúan los inicios del impacto ambiental del hombre en el planeta, pueden usar estos datos para estudiar qué soluciones emplearon las civilizaciones antiguas para mitigar los efectos negativos de la deforestación y la escasez de agua entre otros problemas.

Además de sacar a la luz la historia que hay detrás de lo que la mayoría supone que es un fenómeno reciente, el estudio es uno de los primeros de su tipo en operar a una escala tan grande. El uso de recursos en línea y la gran capacidad de conexión entre expertos en la materia ayudó al proyecto a obtener una visión global de los problemas estudiados. El énfasis, sin embargo, está ahora puesto en las partes que los científicos han obviado. "Necesitamos invertir en las regiones que todavía no han sido tan intensamente estudiadas", comenta Williams. "Si incentivamos y creamos oportunidades para los investigadores en estas zonas, los resultados del próximo estudio como este podrían ser tremendamente útiles".

Este estudio ayuda a proporcionar un contexto histórico a los problemas actuales

"Aunque creo que los resultados proporcionan una base para apoyar lo que muchos arqueólogos sospechaban, lo que realmente me trajo aquí no fueron tanto los resultados" admite Feinman. "Creo que el aspecto más innovador de todo este proyecto fue el diseño de la investigación: recopilar información de 250 académicos y asegurarse de que cada parte del mundo estuviera cubierta fue algo realmente increíble".

Si bien el cambio climático de hoy y la destrucción del medio ambiente están ocurriendo más rápidamente y en una escala mucho mayor de lo que el mundo haya visto nunca, Feinman señala que este estudio ayuda a proporcionar un contexto histórico a los problemas de actuales.

"Normalmente la ciencia contempla el presente y el pasado de una forma bastante diferente. Creo que esta investigación proporciona un control, un contrapeso, al mostrar que recientemente ha habido un cambio muy acelerado en el uso de la tierra, pero que sin embargo los humanos han estado provocando desde hace mucho tiempo", explica Feinman. "Y los patrones comienzan hace 3.000 años" añade el investigador. "Esto demuestra que los problemas que enfrentamos hoy están muy arraigados en nuestra naturaleza humana y que van a ser necesarias algo más que simples soluciones para resolverlos. Eso es algo que no se puede ignorar", concluye.