La nueva base lunar que China prevé construir en el polo sur de la Luna funcionará con energía nuclear, según ha declarado recientemente el responsable del proyecto, Wu Weiren, diseñador jefe del programa de exploración lunar, quien afirmó que el nuevo sistema energético permitirá satisfacer las ‘demandas de potencia y de energía a largo plazo’ de la futura base espacial.
Como viene siendo habitual, las autoridades chinas no han especificado ningún dato adicional sobre el proyecto, aunque según informes anteriores facilitados por los expertos de la agencia espacial, el nuevo sistema de suministro sería capaz de generar en un año hasta 1MW de energía, suficiente para abastecer a un centenar de hogares.
En este caso, aseguran sus creadores, la energía nuclear aportará potencia suficiente para garantizar el perfecto funcionamiento de toda la base lunar, desde el instrumental hasta los sistemas de soporte vital de los futuros taikonautas incluso en aquellos lugares donde no llega la luz del Sol. La infraestructura espacial, cuya construcción se espera se produzca en 2028, constará de un módulo de aterrizaje, un módulo de despegue y un ‘rover’ o vehículo explorador, previsiblemente mucho más grande de los que los vehículos exploradores alimentados con energía solar, como Yutu-2, el cual sigue rodando en la cara oculta del satélite después de casi cuatro años.
China apunta a la Luna
La carrera espacial china lleva décadas configurándose, pero ha sido en los últimos años cuando ha experimentado un impulso más significativo. Ejemplo de ello es la construcción de la estación espacial Tiangong (espacio celestial en chino mandarín) que se encuentra ya en pleno rendimiento después del ensamblaje del módulo Mengtian (‘sueño en el paraíso’) el pasado mes de octubre.
Sin embargo, el principal objetivo del programa espacial de Beijing sigue siendo la Luna. Desde el lanzamiento en 2007 de la primera sonda espacial Chang’E, el país asiático ha lanzado con éxito nuevas etapas de esta misión espacial, ha aterrizado en el satélite dos robots exploradores y ha devuelto a la Tierra 1.731 gramos de material lunar. Ahora, se espera que las próximas sondas espaciales, cuyo lanzamiento está previsto para finales de esta década, sirvan para asentar las bases de la futura estación espacial, que servirá de puente entre nuestro planeta y nuestro satélite.
La energía nuclear podría servir para garantizar el suministro sin depender de la luz del Sol.
En esta nueva infraestructura espacial tendrá unpapel fundamental la energía nuclear. Según informan desde la agencia espacial china, el aporte continuo de energía permitirá el funcionamiento de algunas de las piezas con mayor demanda energética de la misión, entre ellos, el módulo de despegue, que podrá salir y entrar tantas veces como sea necesario en aquellas zonas de los cráteres que nunca les da la luz del Sol. El aporte de un extra de energía podría además servir de apoyo en el futuro a las instalaciones de comunicaciones de una base lunar que se espera sirva de apoyo permanente para las comunicaciones entre la Tierra, Marte y otras misiones en el espacio exterior.
Energía solar para abastecer misiones espaciales
Hasta ahora la energía solar ha sido la gran aliada de las misiones espaciales. Los paneles fotovoltaicos vienen proporcionando energía a sondas orbitales, satélites artificiales y estaciones espaciales desde los primeros tiempos de la carrera espacial. Prueba de ello el Sistema Eléctrico de la Estación Internacional, conformado por 164 paneles solares. Energía procedente del Sol que puede ser útil para abastecer sondas orbitales o estaciones situadas en el sistema solar interior (entre Mercurio y Marte), pero no pueden abastecer misiones mucho más lejanas, y no digamos para futuros asentamientos en otros planetas, como los que se prevén establecer en la Luna o en Marte. La energía nuclear podría ser una alternativa, aunque, como en la Tierra, también conlleva riesgos. Pronto comprobaremos si es viable.