La encarnizada lucha por la supervivencia no distingue entre gigantes y pequeños. Durante la era Mesozoica, que abarca aproximadamente 180 millones de años, se produjo una convivencia y competencia sin precedentes entre dos de los grupos de vertebrados más exitosos en la historia de la vida terrestre: los dinosaurios y los mamíferos.
Un nuevo descubrimiento fósil extraordinariamente bien conservado ha permitido constatar esta antigua interacción, a la vez que le ha añadido algunos matices interesantes.
Formación Yixian
El yacimiento de la Formación Yixian, en China, es famoso por sus hallazgos paleontológicos. Concretamente, estamos hablando de un afloramiento rocoso conocido como Miembro Lujiatun.
Michael W. Skrepnick 2023
Esta ilustración muestra cómo el Repenomamus robustus atacan al Psittacosaurus lujiatunensis hace 125 millones de años.
El último de estos hallazgos, publicado en Nature, ha sido un extraordinario fósil que incluye dos esqueletos casi intactos que han estado en un enlace perpetuo durante alrededor de 125 millones de años. El esqueleto de mayor tamaño corresponde a un dinosaurio herbívoro, de estatura similar a la de un perro, conocido como Psittacosaurus. El esqueleto más diminuto es de un Repenomamus robustus, un mamífero carnívoro con un tamaño comparable al de un tejón.
Aunque es indudable que dinosaurios y mamíferos interactuaban de muchas formas durante la era Mesozoica, es excepcionalmente raro encontrar evidencia fósil directa de estas interacciones.
Michael Skrepnick
La ilustración muestra al Repenomamus robustus enfrentando al Psittacosaurus lujiatunensis.
Este hallazgo es particularmente sorprendente porque la evidencia sugiere que el mamífero más pequeño estaba intentando depredar al dinosaurio, una visión que se aleja de la representación habitual de los mamíferos mesozoicos como criaturas que vivían a la sombra de sus gigantescos contemporáneos dinosaurios.
De este modo, es bastante convincente que estos dos animales estuvieran inmersos en un enfrentamiento. Además, no es la primera ocasión en que se hallan estos animales juntos en un fósil. Un estudio publicado en Nature en 2005 describía un fósil de Repenomamus que contenía en su estómago un Psittacosaurus juvenil.
Los mamíferos también podían ser una amenaza
El registro fósil muestra en su mayoría a los dinosaurios como los principales depredadores. Incluso se han encontrado restos de pequeños mamíferos en el contenido estomacal de los dinosaurios. Pero este nuevo descubrimiento, preservado por un flujo de escombros volcánicos tipo lahar (un flujo de sedimento y agua que se moviliza desde las laderas de volcanes), ofrece una perspectiva diferente: los mamíferos también podían ser una amenaza, incluso para los dinosaurios.
La Formación Yixian y, más en general, la biota fósil de Jehol en China, han desempeñado un papel particularmente importante en revelar la diversidad de dinosaurios y otros animales de pequeño cuerpo. Gracias a los depósitos volcánicos específicos de la región, es probable que sigamos obteniendo evidencia de interacciones bióticas de este tipo, que no se conocen en otros lugares del registro fósil.
La riqueza de la fauna fósil en este sitio, especialmente la del dinosaurio Psittacosaurus lujiatunensis, cuya abundancia relativa local alcanza casi el 90%, es testimonio de la riqueza de la biodiversidad en la era Mesozoica.
En definitiva, este descubrimiento demuestra que, aunque los dinosaurios y los mamíferos se originaron en el Triásico Tardío y diversificaron durante el Mesozoico y en el Cenozoico (en forma de aves), la antigua lucha por la supervivencia fue una danza mortal de adaptación y competencia, independientemente del tamaño.