¿Cómo forma el cerebro la "memoria del miedo" que vincula un evento traumático con una situación particular? Un par de investigadores de la Universidad de California, Riverside, pueden haber encontrado una respuesta. Utilizando un modelo en ratones, los científicos demostraron que la formación de la memoria del miedo implica el fortalecimiento de las vías neuronales entre dos áreas del cerebro: el hipocampo, que responde a un contexto particular y lo codifica, y la amígdala, que desencadena un comportamiento defensivo, incluidas las respuestas de miedo. Los resultados fueron recientemente publicados en la revista Nature Communications.

"Desde hace mucho tiempo se había planteado la hipótesis de que la memoria del miedo se forma al fortalecerse las conexiones entre el hipocampo y la amígdala", explica Jun-Hyeong Cho, profesor asistente en el Departamento de Biología Molecular, Celular y de Sistemas de la Universidad de California y autor principal del estudio. "La evidencia experimental, sin embargo, había sido débil. Nuestro estudio ahora demuestra por primera vez que la formación de la memoria del miedo asociada con un contexto, de hecho, implica el fortalecimiento de las conexiones entre el hipocampo y la amígdala".

Nuestro estudio ahora demuestra por primera vez que la formación de la memoria del miedo implica el fortalecimiento de las conexiones entre el hipocampo y la amígdala".

Lo interesante según Cho, radica en que debilitar estas conexiones podría borrar la memoria del miedo. "Nuestro estudio, por lo tanto, también proporciona información sobre el desarrollo de estrategias terapéuticas para suprimir los recuerdos de miedo desadaptativos en pacientes con trastorno de estrés postraumático", añade.

El trastorno de estrés postraumático, o TEPT, afecta al 7% de la población de Estados Unidos. Se trata de un trastorno psiquiátrico que puede darse en personas que han experimentado o presenciado un evento traumático como guerras, asaltos, abusos o desastres naturales. Este TEPT puede causar problemas en la vida diaria durante meses e incluso años, en las personas afectadas.

Cho explica que la capacidad de nuestros cerebros para formar una memoria de miedo asociada con una situación que predice peligro es altamente adaptativa, ya que nos permite aprender de nuestras experiencias traumáticas pasadas y evitar esas situaciones peligrosas en el futuro. Sin embargo, este proceso está desregulado en el TEPT, donde las respuestas al miedo excesivamente generalizadas y exageradas causan síntomas que incluyen pesadillas o recuerdos no deseados del trauma: evitación de situaciones que desencadenan recuerdos del trauma, reacciones intensas, ansiedad y un estado de ánimo deprimido.

"El mecanismo neurológico del miedo aprendido tiene un enorme valor de supervivencia para los animales, que deben predecir el peligro en contextos aparentemente neutros", prosigue Cho. "Supongamos que tuvimos un accidente automovilístico en un lugar en particular y nos lesionamos gravemente. Podríamos sentir miedo de ese lugar incluso mucho después de recuperarnos de la lesión física. Esto se debe a que nuestros cerebros forman un recuerdo que se asocia el accidente automovilístico con la situación en la que experimentamos el trauma. Este recuerdo asociativo nos hace sentir miedo de esa situación, o similar, por lo que tenderíamos a evitar situaciones que nos resultan igual de amenazantes".

Según Cho, durante dicho accidente automovilístico, el cerebro procesa un conjunto de circunstancias multisensoriales en torno al evento traumático en las que se interpreta todo de información: visual sobre el lugar, información auditiva como el sonido del choque o los olores de los materiales en llamas de los coches dañados. Luego, el cerebro integra estas señales sensoriales de manera abstracta con el contexto, formando una memoria que se asocia con el evento traumático.

No obstante, del mismo modo que ahora se conoce este mecanismo, la buena noticia es que ahora los investigadores acaban de encontrar una puerta abierta para indagar en nuevas estrategias enfocadas a suprimir los recuerdos de miedo patológico asociados al trastorno de estrés postraumático.