"Este fin de semana el anticiclón de las Azores hará que tengamos un tiempo estable y soleado en la península ibérica". Esta predicción podría pertenecer a muchos fines de semana del año en España y Portugal, pues el famoso "el anticiclón de las Azores" determina enormemente la cantidad de lluvias en la península. Y es que este famoso anticiclón es una zona de altas presiones situada en el centro del Atlántico Norte, a la altura de las islas Azores, en cuyo centro la presión atmosférica es de unos 1024 hPa y los vientos a su alrededor giran en sentido contrario al de las agujas del reloj formando pareja con las depresiones procedentes de Islandia, un sistema de bajas presiones que llevan la humedad oceánica hasta Europa, lo que provoca las lluvias.
¿El anticiclón afectado por el cambio climático?
Ahora, una investigación que acaba de publicarse en la revista Nature Geoscience ha mostrado de que el anticiclón de las Azores se está expandiendo a un nivel sin precedentes en los últimos 1.200 años más allá de sus límites habituales y con mayor frecuencia. También se está intensificado, mostrando unas altas presiones que están por encima de las medias registradas en años anteriores. Según la autora principal de esta investigación y científica de la Institución Oceanográfica de Woods Hole (Estados Unidos), Caroline Ummenhofer, "nuestro estudio se centró específicamente en los meses de invierno, ya que es la principal estación en la que la península ibérica recibe la mayor parte de sus precipitaciones. Los cambios en el tamaño y la posición de las altas presiones de las Azores durante estos meses tienen un gran impacto en el transporte de humedad desde el Atlántico al dirigir los sistemas portadores de lluvia".
El anticiclón de las Azores se está expandiendo más allá de sus límites habituales y con mayor frecuencia.
Foto: AEMET
El Anticiclón de las Azores toma su nombre de este archipiélago portugués.
Ummenhofer y varios colegas usaron diversos modelos climáticos para estimar los inviernos en los que las altas presiones iban más allá de un umbral. Para ello utilizaron los registros almacenados en las estaciones meteorológicas de Lisboa y de las islas Azores, cuyos registros se remontan hasta 1850. Para obtener datos que comprendan años anteriores recurrieron a la información climática que guardan las estalagmitas de una cueva en Portugal y comprobaron que el número de anticiclones no ha dejado de aumentar. "Nuestros análisis muestran que los inviernos con un anticiclón de las Azores especialmente grande coinciden con condiciones inusualmente secas en la península Ibérica durante el invierno Por el contrario, los frentes de tormentas del Atlántico norte se fortalecen más al norte, con Noruega y el norte de las Islas Británicas experimentando condiciones inusualmente húmedas", detalla Ummenhofer.
Opiniones sobre el cambio climático
Cuatro científicos, entre los que se encuentran investigadores de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), han podido conocer el trabajo de Ummenhofer y coinciden con ella en que algo está cambiando en el anticiclón de las Azores, aunque no tienen tan claro su impacto en el cambio climático. Por ejemplo, Pablo Ortega, climatólogo y colíder del grupo de predicción climática del Barcelona Supercomputing Center, cree que "en los mejores modelos disponibles para estudiar el clima del último milenio [los usados en este estudio] se ve que los gases de efecto invernadero producen una expansión e intensificación del anticiclón de las Azores, promoviendo condiciones más secas en la península Ibérica. Esta respuesta a los gases de efecto invernadero podría explicar los cambios en el anticiclón de las Azores que se han visto en las últimas décadas, las observaciones los muestran de forma inequívoca".
Cuatro científicos, entre los que se encuentran investigadores de la AEMET, coinciden con Ummenhofer en que algo está cambiando en el anticiclón de las Azores.
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Imagen de Mirador do Vista do Rei, isla de San Miguel, en las Azores.
Lo que está claro es que los modelos dependen tanto de los parámetros introducidos como de las observaciones reales disponibles para poder ajustarlos. Pero el geólogo y paleoclimatólogo Armand Hernández, del Centro de Investigaciones Científicas Avanzadas (CICA) de la Universidade da Coruña, plantea alguna duda sobre estas investigaciones. Según él, "se apoyan demasiado en los modelos y solo cuentan con una fuente de información observable como son los espeleotemas [estalactitas y estalagmitas]. Podrían haber usado otros registros más como los sedimentos de los lagos o los anillos de los árboles", sugiere.
Por su parte, Sergio M. Vicente-Serrano, investigador del CSIC en el Instituto Pirenaico de Ecología (IPE), reconoce que los modelos son necesarios, pero sus resultados no son una verdad absoluta. De hecho,"desde 1850 tenemos períodos húmedos que se alternan con otros secos", afirma. También descarga toda la responsabilidad en el anticiclón de las Azores: "Está el problema de desentrañar qué parte se debe al cambio climático y cuál a la variabilidad natural climática". Asimismo, el jefe del Área de Evaluación y Modelización del Clima en la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), Esteban Rodríguez, que considera que se trata de un trabajo fiable, también coincide en que algo está pasando con el anticiclón de las Azores. Así pues ¿cómo se explica que el principal responsable de que llueva o no presente tal anomalía y, sin embargo, no se haya notado de forma significativa en las precipitaciones? Para Esteban Rodríguez no hay duda de que el cambio climático "está creando un nuevo escenario".