¿Eres de los que se fascinan al abrir un libro de anatomía y observar la soberbia, y a su vez, mágica complejidad por la que estamos conformados los seres vivos?¿Y si te dijeran que en lugar de ello, existe un lugar en el que podrás mirar directamente al interior de los animales a un nivel de detalle como jamás habrías imaginado?

Pues esto es exactamente lo que en la actualidad podrás experimentar en el Casino de la Exposición de Sevilla. Desde el pasado 1 de diciembre de 2017, hasta el próximo 31 de marzo de 2018, los libros de biología cobran vida en esta inolvidable experiencia de aprendizaje, y es la capital andaluza la que acoge por primera vez en España la exposición Body World Animal Inside Out, una de las muestras de anatomía más complejas y fascinantes de todo el mundo.

La exposición Animal Inside Out examina cuestiones cruciales de conservación y preservación de la vida silvestre

Animal Inside Out explora los aspectos más asombrosos de la fisiología animal, incluyendo las formaciones esqueléticas, los músculos y otros tejidos blandos, el increíble circuito del sistema nervioso, además de cómo los animales respiran, comen y se reproducen. La exposición examina cuestiones cruciales de conservación y preservación de la vida silvestre. Los visitantes podrán descubrir como la evolución ha actuado sobre los diversos animales que pueblan la Tierra, y como estos se han adaptado específicamente para sobrevivir en sus hábitats naturales.

El arte de la plastinación

Creada por el reputado anatomista, el doctor alemán Gunther Von Hagens, a partir de esta técnica cada animal es minuciosamente preservado por el revolucionario proceso de la “plastinación”. Así cada cuerpo que podemos observar recibe un tratamiento que en cada unos de los casos, con más de 1. 500 horas dedicadas a cada ejemplar, lleva cerca de un año en completarse.

Esta técnica fue inventada en 1977, en el Instituto Anatómico de la Universidad de Heidelberg y desde entonces el método de la plastinación se ha ido perfeccionando constantemente. Este hace posible detener el deterioro de los cadáveres y convertirlos en especímenes anatómicos sólidos, inodoros y duraderos, aptos para la educación médica y científica.

Una vez finalizada, la obra plastinada puede perdurar durante más de 500.000 años en perfecto estado de conservación

Para ello, todo comienza con la aplicación de formaldehído a través de las arterias de los especímenes para eliminar las bacterias del cuerpo del mismo y evitar los procesos de putrefacción. Después comienza la disección, y la piel y los tejidos grasos y conectivos se eliminan separándose los elementos anatómicos individuales. De acuerdo con la complejidad de los especímenes, este proceso puede tomar entre 500 y 1.000 horas de trabajo.

Acabada la disección, comienza el proceso real de plastinación: el primer paso consiste en disolver el agua y las grasas solubles del cuerpo en un baño de acetona. En condiciones de congelación, la acetona extrae todo el agua y la reemplaza dentro de las células. Finalizado este paso tiene lugar la fase central del proceso, que recibe el nombre de impregnación forzada, que consiste en un baño al vacío en un polímero líquido como caucho de silicona, poliéster o resina epoxi. Al crearse el vacío, la acetona hierve a baja temperatura y a medida que esta se evapora y abandona las células, el polímero líquido la sustituye en cada una de las células. Este proceso puede durar de 2 a 5 semanas.

Después de la impregnación al vacío, el cuerpo todavía es flexible y puede colocarse como se desee. Cada estructura anatómica individual se alinea y se fija correctamente con la ayuda de alambres, agujas, abrazaderas y bloques de espuma. El posicionamiento requiere mucho conocimiento anatómico y un sentido definido de la estética. Este paso puede llevar semanas o incluso meses.

Para finalizar el proceso, cada espécimen se ha de endurecer. Dependiendo del polímero utilizado, esto se hace con gas, luz o calor. Una vez finalizada, la obra plastinada puede perdurar durante más de 500.000 años en un perfecto estado.

Animales, ciencia y conservación

Esta muestra lleva a los visitantes a un safari anatómico con más de 100 animales diferentes; osos, jirafas, elefantes, gorilas, anguilas, pulpos, tiburones... Una oportunidad para descubrir la biología, zoología y fisiología de las criaturas más espectaculares del planeta, que nos revelará la realidad de lo que ocultan bajo su piel.

"La exposición Animal Inside Out es una oportunidad única de conocer a un nivel de detalle sin precedentes lo que albergan los animales en su interior".

Guillermo Cervera, Rafael Argudo e Ignacio de Cossío, de la productora Weekest Live encargada de traer a España la exposición, se declaran afortunados por la cálida acogida por parte del público de la iniciativa: "tenemos la suerte de que acuden a visitarnos desde universidades y centros educativos de toda la península. La exposición Animal Inside Out es una oportunidad única de conocer a un nivel de detalle sin precedentes lo que albergan los animales en su interior".

La realización de la exposición ha sido posible gracias a la cooperación con centros zoológicos, grupos animalistas y varios programas universitarios de veterinaria, a partir de cuyas donaciones ha sido posible recopilar los más de 100 ejemplares que componen la colección. "Además, ningún animal ha sido maltratado ni sacrificado para acabar en estas vitrinas. Casi todos los ejemplares que pueden observarse en la exposición fallecieron de muerte natural" añaden.

El empleo de animales plastinados puede también reducir el uso de cuerpos animales en la investigación y la educación.​ De este modo, la plastinación conservará los animales con todos sus órganos para la posteridad, contribuyendo significativamente a la educación científica tal y como es el deseo del Doctor Gunther von Hagens. Las células corporales y su superficie natural permanecerán en su estado original, idénticas al estado previo a la impregnación plástica hasta en sus estructuras microscópicas durante mucho tiempo. Y así, estos plastinados secos, sin olor y prácticamente eternos, albergarán un valor incalculable no solo para la formación de veterinarios, biólogos o zoólogos, sino también para las personas profanas en la materia.