La energía de la sonda espacial Dawn, un sistema de propulsión de iones, está llegando a su fin. El equipo de la NASA que controla la nave consiguió que efectuara una órbita de ¡sólo 35 kilómetros por encima de la superficie de Ceres! (la altitud inferior había sido hasta entonces de 385 kilómetros). En su órbita más baja, efectuada el pasado 6 de junio, Dawn vislumbró el cráter Occator, donde se encuentran los famosos depósitos brillantes de Ceres, y otras regiones intrigantes del planeta enano, de unos 950 kilómetros de diámetro y situado entre las órbitas de Marte y Júpiter. La mancha brillante en el centro del cráter de impacto se denomina Cerealia Facula y el grupo de manchas brillantes al este se denomina Vinalia Faculae. La semana pasada, Dawn encendió su motor iónico, posiblemente por última vez, para volar lo más cerca posible de Cerealia Facula, el gran depósito de carbonato de sodio en el centro del cráter Occator, según explicó el lunes el Jet Propulsion Laboratory de la NASA.

En su más baja y última órbita alrededor de Ceres, Dawn tomó miles de imágenes impactantes y otros datos que revelan unos detalles inéditos del planeta enano y la relación entre los materiales brillantes y oscuros en la región de Vinalia Faculae. La enorme cantidad de información contenida en estas imágenes, y en más que llegarán en las próximas semanas, ayudará a entender ciertas cuestiones como el origen de esas faculae (puntos brillantes), los depósitos de carbonatos más grandes que se han observado hasta ahora fuera de la Tierra y posiblemente de Marte. ¿Cómo quedó expuesto ese material? ¿De un depósito de agua cargada de minerales, situado en el subsuelo y poco profundo? ¿O de una fuente más profunda de agua líquida enriquecida en sales, que asciende y se filtra a través de las fracturas?

"Desentrañar la naturaleza e historia del fascinante planeta enano durante la estancia prolongada de Dawn en Ceres ha sido emocionante y particularmente adecuado ha sido el último acto de Dawn, que proporcionará nuevos datos de gran valor que permitirán probar todas estas teorías", expresa Carol Raymond, del JPL y principal investigadora de Dawn.