El rover Opportunity, activo en Marte desde enero de 2004, hace casi 15 años, se está enfrentando a una intensa tormenta de polvo, peor que la de 2007, según una información que fue actualizada ayer por la NASA. La tormenta anterior tenía un tau o nivel de opacidad por encima de 5,5, mientras que la nueva tormenta tenía un tau estimado de 10,8 el domingo por la mañana, es decir, casi el doble. A pesar de todo, los ingenieros de la NASA recibieron una transmisión del Opportunity el domingo por la mañana, por lo que aún tenía suficiente batería para comunicarse con los controladores terrestres del Jet Propulsion Laboratory en Pasadena, en el estado de California. "Una noche oscura y perpetua se ha cernido sobre la localización del rover en el Perseverance Valley", destaca la NASA en el comunicado. Las operaciones científicas han sido suspendidas.

Esa última transmisión indicaba que el Opportunity estaba a una temperatura de -29℃; el mismo polvo arremolinado que bloquea la luz solar también absorbe el calor, elevando la temperatura ambiental que rodea al rover. El satélite artificial Mars Reconnaissance Orbiter detectó la tormenta por primera vez el pasado 1 de junio, por lo que el equipo del rover preparó los planes de contingencia. En cuestión de días la tormenta se intensificó y, actualmente, tiene una monstruosa envergadura de más de 18 millones de km2, dos veces la superficie de Estados Unidos. Existe el riesgo de que la tormenta persista durante mucho tiempo y que el Opportunity se enfríe demasiado mientras espera a que se aclare el cielo. Tormentas de polvo tan completas como esta no son una sorpresa, pero son infrecuentes; pueden remitir de inmediato o durar semanas e incluso meses.