Si el año pasado fueron tres británicos, en esta ocasión han sido tres norteamericanos los ganadores del Premio Nobel de Física de 2017, según ha anunciado hoy la Real Academia de las Ciencias de Suecia. Una mitad del galardón ha recaído en Rainer Weiss y la otra mitad en Barry C. Barish y en Kip S. Thorne. Los tres físicos norteamericanos (Rainer Weiss nació en 1932 en Berlín, en el seno de una familia judía, pero su familia consiguió trasladarse a Estados Unidos poco antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial) han sido premiados "por sus decisivas contribuciones al detector LIGO y a la observación de las ondas gravitacionales".

La primera observación de ondas gravitatorias o gravitacionales se efectuó el 14 de septiembre de 2015 y fue anunciada por las colaboraciones LIGO y Virgo el 11 de febrero de 2016. Las ondas gravitacionales, cuya existencia predijo Albert Einstein 100 años antes, fueron producidas por una colisión o fusión de dos agujeros negros que sucedió hace 1.300 millones de años. Estas ondas, ocurridas hace millones de años, constituyen una forma completamente nueva de observar los eventos más violentos del universo y ponen a prueba los límites de nuestro conocimiento. Los pioneros Rainer Weiss y Kip S. Thorne, junto con Barry C. Barish, el científico y líder que llevó el proyecto a su conclusión, garantizaron que cuatro décadas de esfuerzo finalmente permitieran observar las ondas gravitacionales.