Titán, la luna más grande de Saturno, tiene una inclinación similar a la de la Tierra; esta inclinación es la causante de las estaciones tanto en Titán como en la Tierra, aunque un año en Titán corresponde aproximadamente a 28 años terrestres: cada estación dura siete años. El satélite de Saturno posee una atmósfera densa y el metano actúa como el agua en la Tierra.
"El metano puede coexistir en tres estados de la materia: sólido (partículas de metano que caen desde la atmósfera), líquido (lluvia, charcos, ríos y océanos de metano) y gaseoso (metano que se evapora y regresa a la atmósfera). En Titán hay un ciclo hidrológico basado en el metano", explica Rajani Dhingra, del Departamento de Física de la Universidad de Idaho (Estados Unidos), a National Geographic España. "La lluvia que cae en Titán está compuesta principalmente por metano fresco. La composición puede variar dependiendo de la altitud y la latitud, pues el nitrógeno de la atmósfera también es soluble en el metano. Los estudios indican que las gotas son más grandes que las de la Tierra y, debido a la baja gravedad de Titán, caen lentamente como caen los copos de nieve en la Tierra", afirma.

Una imagen de la misión Cassini, finalizada en 2017 al penetrar en la atmósfera de Saturno y desintegrarse, revela la existencia de precipitaciones en el polo norte de Titán, donde curiosamente no se habían detectado nubes ni lluvia, lo que indicaría el comienzo del verano en el hemisferio norte. Dhingra y sus colegas explican en un estudio aceptado para su publicación en Geophysical Research Letters que una característica reflectante de más de 100.000 km2, detectada en una imagen del 7 de junio de 2016 y que no aparecía en imágenes previas, probablemente es el resultado del reflejo de la luz solar en una superficie húmeda, como el reflejo del sol en una acera mojada por la lluvia. "Sí, las señales que anunciaban la llegada del verano se estaban retrasando, hasta que vimos esa característica reflectante: las primeras señales de precipitaciones en el polo norte de un cuerpo planetario cubierto por el velo de una atmósfera gruesa y a una distancia enorme de la Tierra", comenta. "El verano está ocurriendo, se ha retrasado, pero finalmente está ocurriendo. Ahora tenemos que averiguar qué pudo causar el retraso", añade.