En nuestra galaxia hay planetas que orbitan alrededor de una estrella, como la Tierra alrededor del Sol, y otros que son auténticos "vagabundos" o "huérfanos" y que no dependen de ninguna estrella. Estos mundos solitarios y errantes, que flotan en la oscuridad del espacio, intrigan a los astrónomos. ¿De dónde proceden? ¿Son planetas expulsados de otros sistemas solares o en realidad son estrellas ligeras denominadas enanas marrones, que se formaron solas en el espacio como las estrellas?

WISEA 1147 es uno de estos mundos flotantes, solitarios y con una masa similar a la de un planeta, entre cinco y diez veces mayor que la de Júpiter, el mayor cuerpo celeste del Sistema Solar. Sin embargo, no puede ser un planeta porque sólo tiene diez millones de años de antigüedad y los planetas necesitan, al menos, diez millones de años para formarse y puede que más aún para ser expulsados de un sistema solar. Se encuentra, además, en el ámbito de la asociación estelar TW Hydrae, un grupo de estrellas muy jóvenes a unos 150 años luz de la Tierra.

Su masa es entre cinco y diez veces mayor que la de Júpiter, el mayor planeta del Sistema Solar

La NASA, que descubrió WISEA 1147 en 2010, sostiene en un comunicado reciente que "probablemente sea una enana marrón", es decir, una estrella fallida porque contiene los mismos materiales que una estrella, pero con una masa demasiado exigua para brillar. Sólo hay que comparar la diferencia de tamaño entre el Sol y Júpiter, que es bastante menor que WISEA 1147. "Mediante una continua supervisión sería posible reconstruir la historia de WISEA 1147 para confirmar si se formó o no de forma aislada", afirma Adam Schneider, de la Universidad de Toledo en Ohio, que dirige un estudio sobre este objeto que se publicará en The Astrophysical Journal.

Las imágenes infrarrojas, que captan la radiación infrarroja, muestran que WISEA 1147 es brillantemente roja, lo que significa que es polvorienta y joven. Todas estas características la convierten en una de las enanas marrones más jóvenes y ligeras que se han encontrado. En nuestra galaxia podría haber billones de mundos errantes, algunos tan ligeros como las enanas marrones. Saber si son planetas o enanas marrones es una tarea complicada precisamente porque están tan aislados. Su estudio es importante para los astrónomos porque parecen planetas pero son más fáciles de estudiar que estos.