Oumuamua sigue desconcertando a los astrónomos desde que fue descubierto en octubre de 2017 por Robert Weryk con el telescopio Pan-STARRS, ubicado en Hawái. Su nombre, en hawaiano, significa "batidor", el explorador que se adelanta para obtener información sobre el enemigo y sobre el terreno. Inicialmente se pensó que era un cometa y, una semana después, un asteroide. Hoy está considerado el primer objeto interestelar conocido que pasa a través de nuestro Sistema Solar. Tiene forma de pepino espacial, con unos 230 metros de largo y 35 de ancho, y su color ha variado durante las mediciones efectuadas: cuando su cara más alargada estaba enfrentada a los telescopios terrestres era mayormente rojo y el resto del cuerpo de color neutral, como la nieve sucia.

El objeto tiene forma de pepino espacial, con unos 230 metros de largo y 35 de ancho

Oumuamua, el primer objeto del espacio exterior que visita el Sistema Solar, da vueltas de forma caótica porque experimentó un pasado violento, según informó ayer la Queen's University Belfast. Un estudio publicado en Nature Astronomy, dirigido por Wesley Fraser de dicha universidad, sugiere que Oumuamua impactó con otro asteroide, por lo que salió ferozmente despedido de su propio sistema, expulsado hacia el espacio interestelar. El objeto ha estado tambaleándose desde hace miles de millones de años y probablemente seguirá así "durante otros miles de millones de años hasta que las tensiones internas hagan que vuelva a rotar de forma normal", sostiene Fraser. "La mayor parte de su superficie emite un reflejo neutro, pero una de sus caras alargadas posee una gran región roja. Esto indica una amplia variación de componentes, lo cual es inusual para un cuerpo tan pequeño", añade. "Nuestros resultados están ofreciendo una imagen más completa de este extraño intruso interestelar. Es bastante inusual en comparación con la mayoría de asteroides y cometas que vemos en nuestro Sistema Solar", concluye.