La NASA ha optado por un enfoque nostálgico para la promoción de su iniciativa Viaje a Marte: unos impactantes carteles sobre el viaje que nos muestran Marte y sus lunas en todo su esplendor.

Estos carteles retro que se publicaron recientemente en la web son más del estilo de Flash Gordon que del de Mark Watney, y ha llevado más de siete años crearlos. Son obra de la empresa de diseño BRC Imagination Arts para la agencia espacial y formaron parte de la exposición: "Se buscan exploradores para el Complejo de Visitantes del Centro Espacial Kennedy de la NASA desde 2009".

Marte, no será en absoluto el cómodo y romántico viaje que evocan estos carteles.

"Queríamos diseñar una exposición que hablase del futuro de la exploración espacial y animase a los jóvenes a interesarse por ella e incluso a incorporarse a nuestra futura plantilla de científicos, ingenieros y astronautas", comenta Andrea Farmer, directora de relaciones públicas del complejo.

No obstante, por inspirador que pueda resultar un viaje humano a Marte, no será en absoluto el cómodo y romántico viaje que evocan estos carteles.

"Es una elección, no un imperativo —comentaba John Logsdon, catedrático emérito del Instituto de Políticas Espaciales de la Universidad George Washington, en una entrevista previa—. Marte está muy lejos, es difícil llegar y cuesta muchísimo dinero”.

9 meses para llegar al planeta rojo

La exploración de Marte sería como un viaje solo de ida de nueve meses de duración para visitar un paisaje aún más inhóspito que el de la Antártida. La atmósfera marciana es extremadamente seca, 50 veces más tenue que el aire en la cumbre del Everest, y por supuesto no es respirable. Las temperaturas oscilan entre los -153 y los 20 grados centígrados, y una suave brisa sopla sobre un suelo lleno de percloratos tóxicos.

Además, incluso aunque alguien consiguiese sobrevivir a esa odisea, ¿cómo despegarían los astronautas de Marte para volver a la Tierra?

Y luego están las cuestiones políticas. Estudios recientes sobre misiones básicas a Marte han logrado que los costes se ajusten al presupuesto de exploración actual de la NASA (unos ocho mil millones de dólares en 2016) si el Congreso estadounidense se compromete a conceder incrementos anuales para ajustarlo a la inflación. Pero hasta los planes más agresivos que se han anunciado ponen a la humanidad en Marte en la década de 2030, lo que implica un compromiso económico a largo plazo y décadas de voluntad política.

Carteles políticos

Incluso estos carteles se han visto afectados por el fuego cruzado de la política: en un principio estaban destinados a promocionar el programa Constelación de la NASA, un plan de la administración Bush para volver a visitar la Luna, llegar a un asteroide cercano a la Tierra y, con el tiempo, pisar por primera vez la superficie marciana.

Pero un comité de expertos expuso sus dudas respecto al programa en 2009, lo que mandó a pique el programa Constelación y obligó al Centro Espacial Kennedy a rediseñar su exposición, que ahora va en línea con los planes actuales de Viaje a Marte de la NASA.

A pesar de los peligros y los retos, gentes de todo el mundo y de toda la NASA siguen soñando a lo grande y trabajando para que llegue el día en el que las fantasías de esos carteles puedan convertirse en realidades.

Y es que, como dijo Logsdon, "es lo que hacemos las gentes del espacio".