Un estudio publicado en Scientific Reports describe dos inclusiones en ámbar del sitio de Angbamo (norte de Birmania o Myanmar) de unos 99 millones de años de antigüedad, de mediados del Cretácico: una pata parcial con un plumaje inusual y las plumas distales de la punta parcial del ala de una enantiornita, un grupo extinto de aves voladoras. Ambas piezas de ámbar formaban una única pieza que fue cortada en dos partes para "proporcionar una visión clara de ambas piezas", explican los autores del estudio, entre ellos Lida Xing, de la Universidad de Geociencias de China, en Pekín. La conservación de la estructura ósea de la pata fosilizada de enantiornita es mejor que en cualquier otra inclusión de enantiornita hallada hasta la fecha. El nuevo espécimen presenta un nuevo patrón de plumaje en las enantiornitas que es similar a los patrones de plumaje observados en las aves modernas.

¿Qué ocurrió hace 99 millones de años? El cuerpo del pájaro, una de esas aves que se posan en los árboles, fue desgarrado por un depredador o carroñero y posteriormente sus restos quedaron atrapados y encapsulados por la resina de una cupresácea o de una araucariácea, ambas coníferas que vivían en un entorno tropical húmedo a mediados del Cretácico. "Todas las características sugieren que la enantiornita vivía más arriba del bosque productor de resina y que los fragmentos de su cuerpo quedaron encapsulados en resina por encima del suelo del bosque", afirman los investigadores. "El pie luego se secó dentro de la resina, pero conservó gran parte de su estructura original", añaden. La pata y el fragmento del ala de la enantiornita fueron hallados en estrecha asociación, separados por sólo 3 milímetros de ámbar aproximadamente.