Un equipo de arqueólogos dirigido por April Nowell de la Universidad de Victoria (Canadá) ha hallado las evidencias más antiguas de restos de proteínas, procedentes de animales sacrificados, en herramientas de piedra de unos 250.000 años de antigüedad, según divulgó ayer la Universidad de Victoria. Las proteínas, tan fundamentales para el desarrollo de la vida, han sido halladas en 17 herramientas de piedra que fueron excavadas en los últimos años en Shishan Marsh, un antiguo oasis en Azraq, en el noreste de Jordania. Los residuos proteicos detectados en estas herramientas de la Edad de Piedra proceden sobre todo de la sangre de los animales sacrificados: caballos, rinocerontes, bovinos, camellos y patos.

En las herramientas hay residuos proteicos de caballos, rinocerontes, bovinos, camellos y patos

El equipo de arqueólogos excavó, a lo largo de tres años, 10.000 herramientas de piedra, entre ellas raspadores, lascas, puntas de proyectiles y bifaces. Los residuos proteicos fueron detectados positivamente en 17 de ellas, gracias a la inmunoelectroforesis cruzada, un método bioquímico que podrá ser aplicado con éxito incluso en herramientas más antiguas, especialmente en sitios en los que no hay herramientas líticas asociadas a huesos de animales. "Los investigadores hace décadas que conocen el comportamiento carnívoro a través de herramientas talladas por homínidos hace 2,5 millones de años, pero por primera vez tenemos una evidencia directa de explotación de animales específicos para la supervivencia por parte de nuestros antepasados de la Edad de Piedra", afirma Nowell. "Los homínidos que habitaron esta región eran claramente adaptables y capaces de aprovecharse de una amplia gama de presas disponibles, desde rinocerontes hasta patos, en un entorno extremadamente difícil", concluye.