Hace unos 150 millones de años hubo un entorno subtropical en lo que hoy es el norte de Baviera (Alemania). En un bello paisaje de arrecifes, islas y lagunas vivían unas aves primitivas que hoy designamos con el género Archaeopteryx. El último espécimen de Archaeopteryx fue descubierto en 2010 en los alrededores de la localidad de Solnhofen, entre Núremberg y Múnich, y ha resultado ser el representante más antiguo que se conoce de dicho género, según reveló la Universidad de Múnich el viernes pasado. El asombroso fósil de Archaeopteryx ha sido examinado por un equipo de investigadores dirigido por el paleontólogo Oliver Rauhut, de la Universidad de Múnich.
El fósil más antiguo de Archaeopteryx muestra unas características que hasta ahora no habían sido observadas en otros especímenes. "En muchos aspectos era muy similar a los dinosaurios depredadores avanzados", dice Rauhut, cuyo estudio proporciona unas pautas que permiten distinguir de forma fiable al Archaeopteryx de sus parientes más cercanos: los dinosaurios terópodos no aviares y las aves basales. Los investigadores consideran que este fósil es el undécimo espécimen que puede ser atribuido al género Archaeopteryx.
"El alto grado de variación en los dientes es especialmente sorprendente: ninguno de los especímenes muestra el mismo patrón en la dentición, lo que podría reflejar diferencias en la dieta", afrma Rauhut. "Esto recuerda mucho al famoso caso de los pinzones de Darwin en las Galápagos, con una variación notable en el tamaño y forma de sus picos. Es posible que, de manera similar, este género de pájaro primitivo pudiera haberse diversificado en varias formas especializadas en las islas del archipiélago de Solnhofen. En tal caso, los fósiles de Archaeopteryx podrían representar un grupo de especies estrechamente relacionadas que vivía en el mismo ecosistema, un análogo jurásico de los pinzones de Darwin", concluye. El estudio ha sido publicado en PeerJ.