El viaje de casi cinco años, del 27 de diciembre de 1831 al 2 de octubre de 1836, que hizo el veinteañero naturalista inglés Charles Darwin a bordo del HMS Beagle es visto hoy como un viaje que revolucionó nuestra comprensión del mundo natural y el lugar que ocupamos en él. La obra magistral que engendró, El origen de las especies, está ampliamente asociada con la flora y la fauna de las islas Galápagos. Menos conocida es la pasión de Darwin por la geología y tampoco es lo suficientemente conocido el descubrimiento de fósiles que hizo en Sudamérica, con el que demostró la relación entre las formas de vida extintas y las especies vivientes. "Esos fósiles, recogidos en Uruguay, islas Malvinas, Argentina, Chile y Australia, le llevaron a aceptar la evolución, pero no directamente la selección natural, eso vino después", explica Adrian Lister, un importante investigador del Museo de Historia Natural en Londres, a National Geographic. Lister acaba de publicar el libro Darwin's Fossils y el Museo de Historia Natural está trabajando en el escaneado digital en 3D de la famosa colección de fósiles de Darwin, que estará disponible al público de forma online.

Lister describe en su nuevo libro el incalculable impacto que tuvieron los fósiles de Darwin en nuestra comprensión del mundo natural. Los fósiles de mamíferos no sólo fueron cruciales a la hora de forjar su teoría de la evolución por selección natural; también encontró fósiles marinos en altitudes elevadas, en lugares aparentemente improbables, y formuló teorías incipientes sobre el levantamiento de montañas que resultaron ser increíblemente premonitorias. Varios especímenes cruciales han sido redescubiertos gracias a Darwin, mientras que las nuevas tecnologías revelarán nuevos datos sobre su colección de fósiles. "Glossotherium fue un perezoso terrestre gigante primeramente descubierto por Darwin. La datación por radiocarbono ha revelado ahora que el fósil sólo tiene 12.660 años de antigüedad, muy cercano por tanto a la extinción de la especie. Los científicos del Museo de Historia Natural esperan extraer ADN del fósil y secuenciar su genoma, mediante la disolución del contenido mineral y el aislamiento de pequeñas cantidades de ADN. Se determinará así la relación entre estos gigantes de la era glacial y los perezosos vivientes, una conexión reconocida por Darwin y una de las líneas de evidencia que le llevaron a aceptar la teoría de la evolución", afirma Lister.