En 2016, el paleontólogo británico Nigel Larkin estaba limpiando y estudiando un fósil de Ichthyosaurus communis, de las colecciones del Museo de Geología Lapworth, de la Universidad de Birmingham, y se percató de su importancia. La limpieza del espécimen permitió que fuera examinado por Dean Lomax, un paleontólogo experto en ictiosaurios, de la Universidad de Mánchester.
"Resulta sorprendente que podamos saber cuál fue la última comida de una criatura de casi 200 millones de años de antigüedad. Hemos descubierto muchas estructuras pequeñas con forma de gancho, conservadas entre las costillas. Proceden de los brazos de un calamar prehistórico. Sabemos que la última comida del animal antes de morir fue un calamar", afirma Lomax en un comunicado publicado ayer por la Universidad de Mánchester.
El fósil de ictiosaurio, con los restos de un calamar prehistórico en su estómago, mide unos 70 centímetros de longitud y es el espécimen de Ichthyosaurus communis más pequeño y joven que ha sido hallado hasta ahora. Ichthyosaurus communis fue la primera especie del orden Ichthyosauria, que eran grandes reptiles marinos con aspecto de pez y delfín que aparecieron hace unos 250 millones de años y que sobrevivieron hasta hace unos 90 millones de años. "Se conocen varios especímenes pequeños de Ichthyosaurus, pero muchos están incompletos o mal conservados. Este espécimen está prácticamente completo y es excepcional. Es el primer Ichthyosaurus communis recién nacido que se ha encontrado, lo cual es sorprendente teniendo en cuenta que la especie fue descrita hace casi 200 años", concluye Lomax.