A la tercera no fue la vencida. El vehículo todoterreno Opportunity, en Marte desde enero de 2004, finalmente ha desistido de intentar remontar una colina de 32 grados de pendiente y se dirige a un nuevo objetivo. Ningún rover había afrontado un reto semejante, pero después de tres intentos fallidos "los científicos han tomado la difícil decisión de omitir ese objetivo y de continuar adelante", informó ayer la NASA.

El malogrado destino, cercano a la cresta de Knudsen, y el que se acometerá en breve se encuentran en las vertientes que hay en el extremo sur del valle de Maratón, donde se han detectado minerales de arcilla, que se forman con la presencia de agua. Los científicos de la NASA buscan indicios de agua, sean antiguos o recientes.

Los ingenieros ya preveían un ligero deslizamiento de las seis ruedas de aluminio al intentar remontar una colina y por ello diseñaron el rover para contrarrestar esa eventualidad. El robot estaba preparado para ascender unos veinte metros, "pero el deslizamiento ha sido tan grande que sólo ha progresado unos nueve centímetros", explica la NASA. Las ruedas comenzaron a girar sobre sí mismas y a resbalar ante la falta de adherencia. La imagen más reciente muestra al Opportunity dominando una parte del valle de Maratón, adonde se dirige en estos momentos.