¿Os imagináis que pudiéramos representar en un mapa nuestros pensamientos más profundos? Es el reto que se propuso un equipo científico de la Universidad de California en Berkeley cuando intentaba descifrar cómo codifica y organiza el lenguaje nuestro cerebro. Los expertos consiguieron elaborar un 'atlas semántico' que representaba en vívidos colores las diferentes palabras, y dieron con un hallazgo revelador: los términos con significados parecidos activan las mismas zonas del córtex cerebral.
El lenguaje es una función sumamente compleja de cuyo desarrollo se encarga la corteza cerebral, en concreto el sistema semántico, que "traduce" el significado de aquello que escuchamos, leemos, vemos o pensamos. Para encontrar qué zonas cerebrales se activan con cada palabra, los investigadores pidieron a siete voluntarios que se sometieran a un escáner cerebral mientras escuchaban un programa de radio durante dos horas. Después de desglosar y clasfificar las 10.470 palabras de la emisión según su significado, solaparon toda esa información con los datos de la actividad neuronal. El resultado: una suerte de 'atlas cerebral' donde las palabras, agrupadas en 12 categorías según sus similitudes semánticas, quedaban representadas en diferentes zonas del córtex cerebral de los hemisferios derecho e izquierdo.
Los modelos semánticos creados predicen la actividad neuronal asociada con el lenguaje en las regiones del córtex cerebral
"La posibilidad de representar un mapa semántico del cerebro tan detallado es un logro increíble", afirma Kenneth Whang, director de programas de la división de Sistemas de Inteligencia e Información de la National Science Foundation. "Nuestros modelos semánticos son capaces de predecir las actividades neuronales asociadas con el lenguaje en grandes regiones del córtex cerebral, pero además nos proporcionan información detallada sobre qué tipo de conceptos se representan en cada área del cerebro”, afirma Alex Huth, investigador de la Universidad de California en Berkeley, uno de los voluntarios del proyecto.
Una de las conclusiones más sorprendentes de la investigación, según Huth, fue descubrir que incluso personas muy diferentes comparten un mismo 'mapa lingüístico' cerebral. Según los científicos, este tipo de descubrimiento podría tener múltiples aplicaciones. Por ejemplo, dar "voz" a personas afectadas de apoplejía o aquejadas de enfermedades neuromusculares, como la esclerosis lateral amiotrófica (ELA). Además, podría servir para monitorizar la actividad cerebral de personas con dificultades para comunicarse y hasta para diseñar una especie de 'descodificador' que traduzca nuestras palabras a otro idioma mientras hablamos. ¡Casi nada!