La especie extinta que aparece en las imágenes, Kerygmachela kierkegaardi, vivió en los océanos de nuestro planeta hace unos 500 millones de años, en el Cámbrico. La cabeza, redondeada, estaba situada entre los apéndices frontales, tenía 11 pares de aletas y una larga espina trasera. Un estudio publicado el viernes en Nature Communications describe 15 fósiles de Kerygmachela procedentes del yacimiento cámbrico de Sirius Passet en Groenlandia, que muestran un cerebro diminuto con terminaciones nerviosas hacia los ojos y hacia los apéndices frontales.
"Se ha conjeturado, de acuerdo con las evidencias evolutivas, que el antepasado de los vertebrados y artrópodos tenía un cerebro tripartito, lo cual se puede refutar por las evidencias fósiles que aquí presentamos. Además, basándonos en el descubrimiento de ojos en Kerygmachela, sugerimos que los ojos compuestos complejos de los artrópodos evolucionaron a partir de los ojos simples u ocelos, presentes en los onicóforos y en los tardígrados, y no a través de la incorporación de un conjunto de miembros modificados", afirman los investigadores, entre ellos Jakob Vinther de la Universidad de Bristol.
"Los ojos compuestos de los artrópodos evolucionaron a partir de los ojos simples"
Lo que dicen los autores del estudio es que el cerebro relativamente simple del organismo Kerygmachela, increíblemente conservado en estos fósiles, poseía únicamente el protocerebro, la parte principal del cerebro tripartito de los artrópodos vivientes, que inervaba los ocelos.