El 6 de octubre de 2013 el programa Catalina Sky Survey de la Universidad de Arizona revelaba la trayectoria de un pequeño asteroide que se aproximaba a la Tierra. El cuerpo celeste de unos 30 metros de diámetro pudo observarse durante 3 días, pero después se le perdió el rastro al ocultarse en su recorrido tras el sol, imposibilitándose así su observación desde la Tierra.

Dado el caso, las predicciones de los astrónomos barajaban la posibilidad de que este asteroide, el 2013-TX68 como fue bautizado, pasara cerca de la Tierra a principios de este mes de Marzo. Sin embargo, observaciones paralelas realizadas desde la Universidad de Hawaii  a través del Telescopio de Investigación Panorámica y Sistema de Respuesta Rápida para el Reconocimiento de Asteroides (Pan-STARRS por sus siglas en inglés) pudieron determinar con mayor exactitud su paso por nuestro planeta.

“Aunque los astrónomos han podido trazar la órbita del asteroide, aún existe incertidumbre sobre su trazado de vuelo específico”

A partir de estos datos los científicos del Centro de la Nasa para el Estudio de Objetos Cercanos a la TierraCNEOS- han podido perfeccionar sus previsiones sobre la trayectoria  y la distancia a la que pasará el asteroide. Así pues, el momento de mayor aproximación se producirá en el intervalo entre el 5 y el 8 de marzo a una distancia muy superior de la estimada en un primer momento.

Descartada la hipótesis de un impacto contra la Tierra, queda en el aire la incógnita de cuan cercana será la visita. Debido a la falta de datos el rango de previsiones es bastante amplio. En este sentido Taylor Swift, del Observatorio de Arecibo en Puerto Rico, explicaba que: “aunque los astrónomos han podido trazar la órbita del asteroide, aún existe incertidumbre sobre su trazado de vuelo específico”.

De este modo se plantean dos escenarios entre los cuales el asteroide podría transitar por un amplio abanico de caminos posibles. El primero, y menos halagüeño, sitúa la posible trayectoria orbital de este a tan solo unos 24.000 km de la Tierra, una distancia relativamente pequeña teniendo en cuenta que la órbita estacionaria de los satélites más alejados de la Tierra es aproximadamente de unos 36.000 km. Sin embargo, Paul Chodas, director del CNEOS, se muestra mucho más optimista: “los datos indican que este pequeño asteroide pasará mucho más lejos de la Tierra de lo se pensaba”.

En el otro de los supuestos, el 2013-TX68 pasaría a una distancia del orden de unos de 5 millones de kilómetros, unas 12,5 veces superior a la que separa la Tierra de la Luna.

Visitas pasadas y futuras

 

Pese a que la posibilidad de una colisión en esta ocasión ha quedado descartada, existe, aunque remota, la eventualidad de un impacto durante su próximo acercamiento en septiembre de 2017, aunque bien es verdad que las probabilidades son de 1 entre 250 millones. Asimismo, y aunque los números hablen de perspectivas mucho menores e incluso intranscendentes, los astrónomos del CNEOS no descartan que esta situación pueda repetirse a mediados y finales de siglo, en 2046 y 2097.

En el sistema solar y en el resto del universo millones de objetos se desplazan en un infinito vaivén cósmico. 

De cualquier modo, los científicos se mantienen a la expectativa de que el 2013-TX68 quede de nuevo al descubierto para poder recoger los datos de su periplo y así determinar su comportamiento durante los próximos 100 años. Se espera que, una vez se establezca contacto con el asteroide, los investigadores puedan estar en condiciones de determinar su composición, velocidad de rotación, tamaño y trayectoria.

El interés de estas observaciones reside en conocer un poco más sobre los asteroides y cometas que cruzan la órbita terrestre, cuerpos celestes conocidos colectivamente como Objetos Cercanos a la Tierra (NEOS). En este sentido, en el Jet Propulsion Laboratory del Instituto Tecnológico de California dedican sus esfuerzos a hacer un seguimiento de los asteroides y cometas que, en un futuro más o menos cercano, se aproximarán a nuestro planeta en su recorrido. Desde el observatorio se calculan las fechas, el diámetro, el tamaño y la distancia relativa a la cual cada objeto pasará respecto de la Tierra. De este modo se contempla el paso de 5 objetos de tamaños comprendidos entre los 5 y los 38 metros de diámetro durante los primeros 10 días de este mes de marzo. Tales objetos pasaran a distancias comprendidas entre 2,5 y 19 veces la existente entre la tierra y nuestro satélite.

En el sistema solar y el resto del universo millones de objetos se desplazan en un infinito vaivén cósmico. Desde aquí, nuestro planeta azul, científicos y astrónomos se mantienen ojo avizor con la vista en el cielo, atentos a asteroides, cometas y otras amenazas con la humildad de saber que tan solo podemos contemplar el espectáculo, y en definitiva, seguir jugando al escondite con piedras espaciales.