En ocasiones, puede decirse que tanto el presente como el futuro ya han sido escritos. Se trata de un rasgo único, quizá, de nuestra especie. Y es que para que algo se materialice en la vida real, primero ha de ser diseñado por la imaginación. ¿Habríamos llegado a la Luna o construido submarinos que surcaran las profundidades de los océanos si Julio Verne no lo hubiera imaginado en sus novelas? Posiblemente sí. Si el autor francés no lo hubiera dejado escrito, quizá algún otro autor lo hubiera hecho. No obstante, en los libros quedaron las historias y sus autores son los que son. A ellos les debemos la oportunidad de imaginar y soñar con cosas que, aunque hoy en día nos resulten de lo más normal, nacieron en sus mentes.
Uno de los más grandes visionarios que ha conocido tanto la ciencia como la literatura es Isaac Asimov. De origen ruso y nacionalizado estadounidense, Asimov es a la divulgación científica y la ciencia ficción, lo que Homero fue a la poesía épica griega. Con cerca de 500 libros escritos y otros tantos relatos y cuentos, Asimov fue un escritor tremendamente prolífico del que puede decirse que escribía de una manera compulsiva.
De él dijo Arthur C. Clarke, otro de los grandes adalides del género de la ciencia ficción que, si bien él no sabía si había escrito más de 3.000 palabras en un día, Asimov podría hacerlo en un minuto y medio, y más con una máquina de escribir.
Científico de formación, Asimov escribió sobre matemáticas, astronomía, o química, no obstante será recordado por su extensa obra dedicada a la ciencia ficción. Entre las páginas de sus libros, encontraremos lo que algunos llamarán profecías, otros visiones, y otros simplemente predicciones. Entre ellas, en esta entrevista realizada para la televisión en 1998 se atrevió a aventurar, con notable acierto, la relación que hoy en día tenemos con lo que nosotros llamamos internet.
Por otro lado, con motivo de la Feria Mundial celebrada en Nueva York en 1964, Asimov se aventuró a vaticinar algunos aspectos de la vida en un futuro que situó 50 años después, en 2014. Imaginando los avances tecnológicos con los que convivirían o competirían los seres humanos actuales, en sus visiones el escritor acertó en muchas de las predicciones que realizó. Algunas de ellas se han cumplido, otras no... todavía.