“Las vacunas funcionan”, reza un díptico elaborado hace unos años por el Colegio de Médicos de Madrid, en el que se explicita que en todo el mundo “salvan millones de vidas y se las reconoce ampliamente como una de las intervenciones de salud más costo-eficaces y que genera mejores resultados”. Aun así, en muchos países ha crecido el movimiento antivacunas de manera exponencial, lo que preocupa cada vez más a las autoridades sanitarias hasta el punto de crear campañas específicas explicando su importancia de cara a salvar la vida.

Y es que a pesar de su demostrada eficiencia, responsable de la erradicación mundial de la viruela y la restricción significativa de otras enfermedades, como la poliomielitis o el tétanos, en algunos países el rechazo a las vacunas podría significar un duro obstáculo para frenar algunas enfermedades que prácticamente se habían eliminado en su territorio, como, por ejemplo, el sarampión.

Más antivacunas en los países desarrollados

Sin embargo, aunque esa reticencia a las vacunas es especialmente significativa en algunos países, como Francia, Suiza, Montenegro, Japón o Estados Unidos, en todo el mundo hay cerca de un 80% que confía en ellas, según el mayor estudio de opinión médica realizado hasta la fecha, publicado esta semana por la por la organización biomédica The Wellcome Trust, en el que han participado hasta 140.000 personas de 140 países del mundo.

La investigación, que incluía preguntas sobre confianza en la ciencia, en los científicos y la información médica, además de niveles de comprensión e interés hacia la ciencia, concluía que 8 de cada 10 personas creían que las vacunas son seguras, mientras que un 84% estaban ‘algo de acuerdo’ o ‘muy de acuerdo’ en que las vacunas funcionan.

Asia y África, los continentes con mayor aceptación

Por regiones, Asia y África son los continentes con mayor aceptación a las vacunas, con Bangladesh y Ruanda con porcentajes rayanos a la totalidad de la población encuestada, mientras que América y Europa se cuentan entre los continentes con una mayor proporción de aceptación por debajo del 50%. Es especialmente destacable la baja puntuación de algunos países de Europa del Este, como Ucrania y Bielorrusia, así como algunos países desarrollados, como Francia y Japón.

La encuesta también preguntó a la población sobre su conocimiento con respecto a cuestiones científicas y la confianza en investigadores y en los profesionales sanitarios de sus respectivos países. Su conclusiones: en la mayoría de las regiones del mundo, al menos el 70% de la población confía en los hospitales y centros sanitarios de su país, con excepciones destacables, como en el norte de África (51%) y el Este de Europa (59%). En España, sin embargo, el índice de confianza en los profesionales sanitarios se eleva al 97% de los encuestados.