¿A cuánta gente afectó?
La explosión inicial segó la vida de dos trabajadores de la central. Otras 28 personas, entre bomberos y miembros de los servicios de emergencia encargados de la descontaminación, murieron durante los tres primeros meses siguientes a la explosión a causa de enfermedad por radiación aguda (Acute Radiation Sickness por sus siglas en inglés) y otro trabajador falleció por paro cardíaco.
Los cerca de 50.000 habitantes de Prípiat, una población situada a solo tres kilómetros de la planta, fueron evacuados 36 horas después del accidente. Durante las siguientes semanas se procedió a la evacuación de 67.000 personas que vivían en todo el perímetro contaminado.
La lluvia radiactiva, 400 veces superior a la radiactividad liberada en Hiroshima, expulsó a más de 300.000 personas de sus hogares. Según informa la OMS, un estudio llevado a cabo por un centenar de científicos concluyó que la radiación de Chernóbil podría haber costado la vida a unas 4.000 personas en los primeros 20 años después de la tragedia. Sin embargo, según la misma fuente, a mediados de 2005 el número de muertes atribuible al desastre nuclear no llegaba a los cincuenta casos.
Una de las enfermedades más generalizadas entre la población afectada fue el cáncer de tiroides. Poco después del accidente se documentaron hasta 1.800 casos entre niños de entre 0 y 14 años de edad. La glándula tiroides de los más pequeños es particularmente susceptible al yodo radiactivo, lo que puede provocar casos de cáncer. Los chequeos de salud practicados a los trabajadores encargados de limpiar la central (llamados ‘liquidadores’) no han demostrado la existencia de una correlación directa entre la exposición da la radiación y el aumento de otros casos de cáncer u otras enfermedades. Otra cosa son los efectos psicológicos derivados del accidente, que siguen haciendo estragos 33 años después de aquel fatídico suceso, provocando numerosos casos de suicidio, problemas de alcoholismo y casos de depresión.