Todo aventurero que se precie tiene un objetivo en la vida. Un objetivo vital que le obsesiona en muchos casos hasta el punto de llegar a hacer locuras por lograrlo. Desde subir el Everest, hasta escalar El Capitán (Yosemite); desde descender el río Zambeze haciendo rafting, hasta hacer salto base desde las Torres Petronas o hacer kayac cerca de Tlapacoyan, México. Cada persona es distinta y se marca sus objetivos ¿imposibles?

En el caso de los corredores de montaña una carrera sobresale por encima de cualquier otra, el Ultra Trail du Mont Blanc, el famoso UTMB.

171 kilómetros y superar un desnivel positivo de más de 10.000 metros, de una sola tirada, cruzando 3 países distintos (Francia, Italia y Suiza) en un tiempo límite de 46:30 horas no está al alcance de muchos deportistas. No es una gesta sencilla, podemos decir sin muchas dudas que es la carrera de montaña más exigente del mundo, y sin embargo cada año miles de corredores buscan la proeza y la gloria no ya de ganarlo (eso es un sueño que solo cabe en la cabeza de lo más grandes), sino de “simplemente” terminarlo.

Completar el UTMB está al alcance de muy pocos deportistas en el mundo. De hecho, muchos de los que toman la salida acaban retirándose a mitad de carrera.
Foto: UTMB
La organización obliga a todos los corredores a llevar cierto material específico para evitar accidentes y problemas de salud durante la carrera.
Foto: UTMB

La historia de una carrera épica

El ultra trail está de moda. En la actualidad existen decenas de miles de personas en todo el mundo aficionadas a las carreras de montañas, sin embargo la situación no siempre ha sido así. A finales de los años 90 la cantidad de ultra trail runners era mucho más pequeña y las carreras de montaña eran más bien escasas. Tan solo unos cuantos aventureros apasionados se lanzaban a correr por terrenos escarpados, empinados, irregulares y donde las condiciones meteorológicas eran en muchas ocasiones adversas. Otras disciplinas y otros retos estaban más de moda que subir y bajar montañas superando grandes desniveles e invirtiendo una gran cantidad de tiempo. Sin embargo a principios del siglo XXI la situación cambió gradualmente.

Con la mejora de los materiales y el aumento de las carreras de montaña también aumentó el número de aficionados a esta exigente disciplina. Una especie de pescadilla que se muerde la cola, de bola de nieve alimentada por corredores y aficionados que actualmente rueda por todo el mundo y que no para de crecer. Actualmente existen más de 30 carreras de montaña bajo el paraguas del UTMB.

Fue precisamente en esta época cuando nació, de la mano de un grupo de nueve compañeros, la idea de dar la vuelta al macizo del Mont-Blanc partiendo desde Chamonix (Francia) y cruzando los tres países que rodean el macizo: Francia, Italia y Suiza lo más rápido posible. Normalmente se tarda entre 7 y 10 días, pero su idea era realizar el recorrido en menos de 48 horas. De esta idea primigenia nació el “Ultra-Trail International du tour du Mont-Blanc”, que fue el nombre original que le pusieron en 2002. Ese año no esperaban recibir a más de 300 personas. En 2003, en la que sería realmente la primera edición, acogieron a 711 trailers de 19 nacionalidades distintas y solo tres años más tarde la cantidad de inscritos superó al cupo de participantes (3.400 solicitudes para 2.500 plazas disponibles), lanzando al estrellato a una carrera que nació sin grandes pretensiones, pero que creció rápidamente.

Tal fue el éxito en las siguientes ediciones que desde la organización tuvieron que cambiar el sistema de acceso a la prueba. "¡En 2008 las inscripciones se agotaron en tan solo 8 minutos!" nos explica Catherine Poletti directora del UTMB y cofundadora de la prueba junto a su marido Michel. En la actualidad un sistema de puntuación en otras carreras de montaña es la única manera de acceder a la carrera final que tiene lugar el último fin de semana del mes de agosto.

El récord de la carrera está en manos del español Pau Capell, quien completó el recorrido en 2019 en tan solo 20 horas 19 minutos y 7 segundos.
Foto: UTMB

Mucho más que una simple carrera

Pero en realidad no se trata solo de una carrera de una dureza desorbitada, sino que realmente es un evento que transforma los alrededores del Mont Blanc durante una semana entera. Este año 2021, entre el lunes 23 y el domingo 29 de agosto 10.000 corredores de 92 nacionalidades distintas recorrerán las montañas que conforman la cuna del alpinismo en 7 carreras de distinta dificultad. Como exagera la propia directora, Catherine Poletti, "esos días en Chamonix puedes escuchar todos los idiomas del mundo".

Y es que, como apunta la propia Poletti, "es la semana más importante del año en Chamonix y no solo es bueno para las tiendas, hoteles y restaurantes, sino que es bueno para toda la ciudad". "Y para la naturaleza y el entorno", añade.

La ciudad de Chamonix se llena de gente durante estos días para asistir a esta cita deportiva. En la imagen, la salida del UTMB 2019.
Foto: UTMB

Responsabilidad ambiental

Parece una contradicción que atraer a miles de personas para recorrer los caminos de montaña que normalmente apenas son transitados pueda ser un beneficio para el medio ambiente. Sin embargo la propia Poletti explica cómo puede ser. "Los caminos se limpian antes y después de las carreras y además realizamos una labor pedagógica con los corredores, pidiéndoles que lleven una bolsa donde dejar sus residuos". Y de hecho, durante la prueba, dejar basura en el medio ambiente supone una sanción para el corredor. "La mejor manera de sensibilizar a todo el mundo es precisamente crear un evento así", concluye Poletti.

Para evitar cualquier daño al medio ambiente también se ha creado además una comisión medioambiental que no solo se encarga de gestionar los residuos, sino también de proponer actuaciones que eviten un daño al medio ambiente, tanto local como general, llegando a controlar la huella de carbono de la prueba.

Las espectaculares vistas y la belleza de los parajes que recorre el UTMB es uno de los alicientes para los corredores.
Foto: UTMB

Ahora, con el mundo de las carreras de montaña en auge, estos datos se han multiplicado y UTMB es más una marca, una manera de realizar carreras de montaña, que simplemente una prueba deportiva. De hecho, en la actualidad las carreras de montaña no solo sirven para atraer a corredores y turistas de medio mundo, sino también para concienciar a la población de la importancia de cuidar el medio ambiente y, a fin de cuentas, conseguir que la sociedad valore más las montañas y la naturaleza en general.