Los corales marinos son animales coloniales que pueden alcanzar tamaños enormes, formando zonas muy extensas tropicales o subtropicales ocupadas por este ser vivo como la Gran Barrera de Coral australiana o el arrecife mesoamericano en el Mar Caribe. Algunos se alimentan del plancton que pueden atrapar con sus tentáculos y otros se nutren de las algas que viven entre sus recovecos y con las que conviven en perfecta simbiosis.
Algunos corales se reproducen de forma asexual por gemación o división, pero la mayoría lo hacen de forma sexual: soltando las células sexuales al mar. Muchos de estos huevos serán devorados por peces y otros animales, pero la cantidad es tan grande que termina siendo una reproducción exitosa. Dado que estos desoves se producen todos a la vez siguiendo ciertas señales naturales como la puesta de sol o un cambio de temperatura, resulta una imagen espectacular.