Durante el siglo pasado, cuando el país era gobernado por un déspota oscurantista, la capital cerraba las puertas de su muralla cada noche y algunos aparatos básicos de la vida moderna como la radio estaban prohibidos. El descubrimiento de ingentes yacimientos de petróleo y la llegada al poder del actual sultán, Qabús Bin Saïd, en 1970 abrió el país al mundo. Sin embargo, ignorado por el turismo de masas, ¿conserva Omán aquel halo de misterio que cubría una identidad y paisajes únicos?