En el mundo globalizado en el que vivimos es muy sencillo saber cuáles son los hábitos alimenticios de una persona que viva en el otro lado del mundo. También es fácil saber su estilo de vida en general. Lo difícil es averiguar datos como estos con seres humanos que poblaron la tierra hace miles de años. Esto es posible gracias al estudio de los esqueletos que se descubren en los yacimientos arqueológicos. La cantidad de información que pueden aportar los huesos humanos resulta increíble. Gracias a su análisis, se han descubierto qué enfermedades comunes aquejaban a nuestros ancestros o la causa de la muerte prematura en niños pequeños. También es posible conocer las condiciones climatológicas de un periodo histórico concreto a través de los restos óseos encontrados en la zona. Toda esta cantidad de datos es fiable y representativa de la realidad cuando más abultado es el hallazgo óseo. Si además están bien conservado, la arqueología de los huesos arrojará pistas de una calidad extraordinaria.