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El museo Kaap Skil en Oudeschild, en la isla de Texel, al norte de Holanda, reveló el pasado 14 de abril un hallazgo espectacular: el vestuario casi intacto y otros objetos de lujo de la corte de Enriqueta María (1609-1669), esposa del rey Carlos I de Inglaterra. En marzo de 1642, la reina viajó a los Países Bajos en una misión secreta y uno de los barcos que transportaba el equipaje de la casa real naufragó en el mar de Frisia por motivos que se desconocen. En agosto de 2014, casi 400 años después, unos buzos vislumbraron un bulto en el fondo marino y, una vez extraído, examinaron su contenido y se dieron cuenta de su importancia. La arena del fondo había conservado las piezas durante siglos. Estas son algunas de ellas, expuestas hasta el 16 de mayo en el museo Kaap Skil: un vestido de seda de tela de damasco, en un estado de conservación excepcional; un manto, un bolso y unas medias; corpiños de seda y satén decorados con hilos de oro y plata; cerámica italiana; un cáliz de plata dorado; frascos de perfumes de Grecia o Turquía; y encuadernaciones de libros en piel con el escudo de armas de la Casa de Estuardo. Es uno de los hallazgos de vestimenta antigua más relevantes de Europa.
El barco que transportaba el equipaje de la casa real naufragó en 1642 por motivos desconocidos
En las profundidades que hay frente a la costa de Texel se esconden cientos de naufragios, muchos de ellos del Siglo de Oro neerlandés. Algunos se hundieron debido a una tempestad mientras esperaban su mercancía o vientos favorables para navegar. No se sabe por qué se hundió el barco que transportaba todos estos tesoros de la realeza, pero sí que se ha podido averiguar su procedencia. Los historiadores Helmer Helmers, de la Universidad de Ámsterdam, y Nadine Akkerman, de la Universidad de Leiden, han identificado a la propietaria del rico vestuario hallado en Texel, según informa la Universidad de Ámsterdam en un comunicado.
Probablemente perteneció a Jean Kerr, la condesa de Roxburghe, quien fue dama de compañía y confidente de la reina Enriqueta María. Parece ser que la reina también perdió algunas de sus pertenencias: las vasijas de su capilla privada. La versión oficial cuenta que Enriqueta María viajó a los Países Bajos para entregar a su hija María, de 11 años de edad, al príncipe Guillermo de Orange, con el que había contraído matrimonio un año atrás. Sin embargo, esto fue una simple estratagema para vender las joyas de la corona e invertir las ganancias en la compra de armamento, indispensable para el enfrentamiento entre Carlos I y las fuerzas parlamentarias, durante la primera guerra civil inglesa.