Adiós a Santiago
El Camino a Fisterra es el único que no tiene como destino la capital compostelana, sino que empieza en ella, concretamente en la emblemática plaza del Obradoiro. Abandonamos el entorno urbano por la rúa de San Lourenzo, un frondoso lugar cargado de simbolismo para Galicia y cantado por la poetisa Rosalía de Castro en su obra Follas Novas (1880). Tras pasar junto a unas antiguas curtidurías –hoy rehabilitadas– que mueve el río Sarela, y atravesar un bosquecillo, una senda asciende hasta la Sarela de Baixo, que depara una vista espléndida de la catedral compostelana.