Volga
Desde las colinas de Valdái (región situada entre Moscú y San Petersburgo) hasta el Mar Caspio, el río Volga recorre una distancia cercana a los 3.700 kilómetros, lo que le confiere el honor de ser el río más largo de Europa, distinción que acompaña al de más caudaloso y es que el torrente ruso cuenta con un caudal medio de 8.000 metros cúbicos por segundo, o lo que es lo mismo, cada segundo podría llenar casi tres piscinas olímpicas.
A pesar de su magnificencia, el significado de su nombre no difiere demasiado de otros grandes ríos europeos que tienen como origen la raíz indoeuropea wed relativa al agua o la humedad. De este vocablo derivan, entre otras palabras, Vlaga que en eslavo antiguo quiere decir humedad. No obstante, no es en su apelativo en lo que más destaca, sino en la antigüedad del mismo y es que se tiene constancia de su existencia desde la época de los escitas, el pueblo de origen iraní del siglo IX a.C. Estos lo conocían como Rha, asociada al sánscrito Rasah, designada a un río sagrado. Más tarde, los turcos lo llamaron Itil o Atil. De hecho, se cree que de ahí podría provenir el nombre del mítico caudillo Atila el Huno.