Antaño cuna de la civilización más ilustrada de su momento histórico, de la democracia, la filosofía y el pensamiento del que el mundo occidental es heredero, la República Helénica se encuentra situada a las orillas del margen nororiental del mar Mediterráneo, en un enclave estratégico entre Europa, Asia y África. En su territorio continental, así como en sus miles de islas, se encuentra el testimonio histórico de la antigua civilización griega, así como el legado de una larga tradición que se refleja en el arte, la arquitectura, la gastronomía, la literatura o la mitología.
Uno de los mayores símbolos del país es, sin duda, la Acrópolis de su capital, Atenas, un monumento que se alza sobre la ciudad y enclavada en una colina de 156 metros. Conocida como la roca sagrada, es una joya de la Grecia más clásica. Visible desde toda la ciudad, lo primero que se encuentra al subirla es el teatro de Dionisio, seguido de el templo de Ascelpio, la columnata del rey Eumenes II y el odeón de Herodes Ático. Una vez arriba, los Propileos son la antesala de el templo de la diosa Atenea Niké, desde donde se pasa, por fin, al Partenón y al templo más sagrado del conjunto, el Erecteión.
Más allá de los numerosos atisbos de épocas anteriores en la apabullante arquitectura griega, sus paisajes marítimos son algunos de sus mejores activos. Entre ellos se encuentran sus islas, de las cuales tres son las más deseadas por los foráneos: Milos, Corfu y Cefalonia. La primera de ellas, cuenta con 71 playas y un destino sureño muy destacable: kleftiko, con rocas esculpidas por los vientos y aguas que se traspasan con la mirada. Otra de sus joyas es la playa de Sarakiniko, que dibuja escenas imposibles, o Klima, diminuta pero con una gran historia.
Siguiendo hacia Corfu se encuentran verdaderas riquezas arquitectónicas e históricoas, algunas de ellas en la capital homónima, como la iglesia Agios Spyridon, o en pequeños pueblos, como Vlachérna, Liapádes, cerca de las playas más bonitas del oeste, Sidári, con sus restos neolíticos o Lefkimi y sus viñedos. En cuanto a Cefalonia, podría decirse que es el destino más bello de Grecia. La playa más bonita del país, lagos subterráneos, acantilados imposibles, maravillosa gastronomía y una diversidad natural increíble son solo algunos de sus encantos.
Y si de playas espectaculares se trata, Grecia está plagada. Su litoral se reparte entre islas y penínsulas, mares e historias, acantilados y bosques, donde sumergirse no es el único motivo de la visita. Lugares de naufragios, arenas blancas y rosas, aguas de colores vivos y paisajes lunares conforman una estampa donde, a veces, mojarse es lo de menos, y lo que importa es la postal que queda en la memoria.
Capital
Atenas.
Moneda
Euro.
Idioma oficial
Griego.
Visado
No.