En contacto con la naturaleza
Su ubicación, flanqueada entre un mar literal y uno figurado hecho de extensos prados y bellos montes, hacen de Gijón/Xixón un lugar perfecto para descubrirlo tanto a pie como en bicicleta a través de las diferentes sendas que parten de la ciudad hacia las afueras.
La senda del río Ñora, repleta de bosques llenos de magia y de molinos antiguos, termina finalmente en la maravillosa playa homónima. Por el río Peñafrancia además se une otra senda que mezcla una fabulosa vegetación de ribera y fantásticos ejemplos del patrimonio histórico-artístico y etnográfico. La senda Fluvial del Piles, más que una camino es una verdadera red de rutas fluviales que recorren el antiguo estuario del río hasta la parroquia de Vega y el poblado de La Camocha.
Otra opción es la senda del Cervigón. Conocida también como la senda costera oriental, conduce hasta la playa de La Ñora. En total, nueve kilómetros que miran al mar y que ofrecen un agradable paseo en el que poder disfrutar de un paisaje espectacular con ambientes diferentes: acantilados, parques, pedreros y pequeñas playas salvajes, que se pueden contemplar desde los hermosos miradores naturales que jalonan la ruta.
Por último, una visita obligada para seguir en contacto con la naturaleza aún sin salir del propio núcleo urbano: el Jardín Botánico Atlántico. El espacio, que ocupa una extensión de 25 hectáreas, es el primero del noroeste de la Península Ibérica especializado en la flora y vegetación de los territorios atlánticos con especies originarias y propias de ambas orillas del océano. En la actualidad alberga más de 30.000 plantas y hasta 2.000 especies diferentes. Destacan el Jardín de La Isla, una longeva zona verde de más de 150 años, y el Monumento Natural de La Carbayeda de El Tragamón, un bosque natural con árboles de hasta 400 años.