Denominada con el título de calle Mayor de Europa, por la cantidad de peregrinos que lo realizan, esta ruta data del siglo IX, cuando se descubrieron los restos del apóstol y el catolicismo se veía amenazado por las invasiones árabes. El primero en realizar la ruta se dice que fue Alfonso II el Casto, rey de Asturias. A él le siguieron numerosos peregrinos, siendo la Edad Media su momento más álgido para fortalecer los reinos cristianos. Para ello se construyeron varios monasterios y posadas en el camino hacia Santiago de Compostela desde el norte; y se empezaron a abrir otras vías desde los países vecinos. Los peregrinos empezaban a llegar desde cualquier parte del mundo.
Aunque en épocas posteriores empezó a perder interés, desde hace unos años el Camino de Santiago ha vuelto a recuperar su esplendor. Actualmente existen varias rutas costeras o interiores que llegan a la catedral de Santiago, donde los peregrinos pueden sellar la última etapa de su viaje y visitar al apóstol.