Siendo el sexto país más grande del mundo, Australia tiene sólo 25 millones de habitantes que viven en las grandes ciudades del litoral australiano. Esto se explica porque una gran parte de la isla es desértica lo que hace difícil su habitabilidad. Mientras los amantes del submarinismo podrán embelesarse buceando en la gran barrera de Coral, el mayor arrecife del planeta; los más surferos podrán surcar las olas australianas en otra de las actividades más auténticas para aquellos viajeros más intrépidos y amantes de las maravillas naturales del país.
Australia es un país joven y eso se deja ver en la arquitectura de sus ciudades y el carácter de sus habitantes, alegre y festivo. Sidney y su famosa ópera son el reflejo de una sociedad dinámica que mira a occidente sin perder su propia esencia. El sambenito de país con los animales más mortíferos no tiene que ser un impedimento para los trotamundos que quieran explorar sus tierras y ciudades y perderse en la inmensidad de su horizonte.
El salvaje e inhóspito terreno que cubre la mayor parte del país es perfecto para hacer un road trip. La colina Anzac, que domina Alice Springs, abarca el cauce casi siempre seco del río Todd, el desierto que rodea la ciudad y la promesa verde de la cordillera MacDonnell, una sucesión de cañones que sustentan oasis en sus entrañas. Las calles de Alice Springs son un estallido de colores gracias a los talleres de pintores aborígenes, que tras décadas de dominación han logrado convertir la ciudad en un escaparate de su potencial artístico.
Parada estratégica del tren que atraviesa verticalmente el país y de la Stuart, la carretera de más de 3.000 kilómetros que une Adelaida con Darwin, Alice Springs supone la base natural para explorar el Centro Rojo. La ruta empieza en el Parque Nacional West MacDonnell, hacia el oeste, y baja al sur hacia Ayers Rock, donde se halla la roca mágica de Uluru, trasladando al visitante a un territorio de ensoñación, un mundo de riscos y cañones salpicado con lagunas y oasis de vegetación, como el Valle de las Palmeras a la vera del río Finke.
Volviendo a la capital, es importante destacar lugares donde observar y disfrutar de la rica fauna del país. Sidney guarda en sus zoos uno de sus grandes atractivos, sobre todo para los más pequeños y los curiosos. El Sea Life Sidney Aquarium, con sus tiburones de arrecife y sus peces tropicales, es uno de los acuarios más reconocidos del planeta. Sin embargo, el Mogo Zoo no tiene nada que envidiarle, con algunos ejemplares de leones albinos, o la Reserva Wombeyan Karst Conservation, donde ver a sus canguros porteando a sus crías, sin olvidarse del Zoo Wildlife Hospital, donde ver koalas y otras especies salvajes en rehabilitación, o el Taronga Zoo, al que se llega en ferry.
Capital
Canberra
Moneda
Dólar Australiano
Idioma oficial
Inglés
Visado
Sí.