La agencia espacial estadounidense no le quita el ojo a Marte. Nuestro rojizo vecino ha sido un objetivo esencial en la exploración espacial en los últimos años, y parece que lo seguirá siendo en los siguiente.
De momento acaba de presentar cómo será el vehículo de exploración que estudiará el terreno, el sustituto del famoso Curiosity, el rover anterior que no para de enviar valiosísima información a la Tierra sobre la estructura, química, meteorología, etcétera de la superficie marciana.
Muchas son las similitudes con el anterior modelo, pero las mejoras también son notables. El sistema de aterrizaje, por ejemplo, será prácticamente igual, con un sistema de grúa y un paracaídas que frene su caída. Sin embargo, incluirá un sistema de apertura del paracaídas mejorada, lo que permitirá aterrizar en un lugar más exacto. Del mismo modo el vehículo dispondrá de un sistema para decidir si se puede aterrizar o no en una zona determinada y poder modificar el rumbo en caso de ser necesario.
Al igual que su hermano mayor, el rover no tripulado buscará indicios de vida en Marte, pero la principal diferencia es que la nueva misión está diseñada para que en el futuro lleguen los humanos a la superficie marciana. El robot, tras recoger muestras de suelo y rocas, las depositará en ciertas zonas donde una futura misión pueda recogerlas y traerlas a la Tierra para ser analizadas por los científicos. Para ello portará varios instrumentos capaces de analizar las características físicas, químicas y orgánicas de las rocas, además de varias cámaras de alta resolución y aparatos de medición meteorológica.
Según ha apuntado Geoffrey Yoder, perteneciente al Directorio de Misiones Científicas de la NASA en Washington “esta misión marca un hito importante para determinar si ha existido vida alguna vez en Marte y para avanzar en nuestro objetivo de enviar seres humanos hasta allí”.
Si se cumplen los planes marcados el invento despegará en el verano de 2020 y aterrizará en Marte en febrero de 2021, en una zona donde los investigadores piensan que pudo haber existido vida microbiana.