Albi (sur de Francia)

Albi, la ciudad natal de Toulouse-Lautrec

Toulouse-Lautrec nació en Albi, la bella ciudad del sur de Francia, famosa por su palacio Episcopal, su casco antiguo medieval y por el museo dedicado al artista. ¿Qué mejor excusa para visitarla?

1 /6

Gtres

1 / 6

Albi, la ciudad de Toulouse Lautrec

Toulouse Lautrec nació en 1864 en Albi, la bella ciudad del sur de Francia situada a orillas del río Tarn. Está presidida por la Ciudad Espiscopal, considerada Patrimonio de la Humanidad.

Gtres

2 / 6

Museo de Henri Toulouse-Lautrec

La antigua residencia de los obispos es hoy la sede del museo que rinde homenaje al artista nacido en Albi. Se trata de la mayor colección de arte de Toulouse-Lautrec, con más de 1000 obras, entre las cuales se hallan una treintena de sus carteles más conocidos.

Gtres

3 / 6

Palacio de la Berbier

La visita a la antigua residencia episcopal descubre uno de los castillos más antiguos de Francia y de los mejor conservados, además de unos deliciosos jardines de estilo francés.

Gtres

4 / 6

Catedral de Santa Cecilia

Situada en el interior de la Ciudad Episcopal, es la Catedral más grande del mundo construida en ladrillo.

Gtres

5 / 6

Barrio antiguo

El origen medieval de la ciudad se plasma en las callejuelas y edificios de entramados de madera de este barrio. La casa más antigua que se conserva en Albi data del siglo XII.

Gtres

6 / 6

Mercado Cubierto

Realizado con ladrillo y una potente estructura de hierro, el Mercado Cubierto de Albi es una de sus principales y más animadas atracciones. Fue construido a mitad del siglo XIX, pero recoge la tradición de los mercados medievales.

La ruta de Henri de Toulouse-Lautrec en Albi es un motivo perfecto para descubrir esta bella ciudad del Midi-Pyrinées y el museo dedicado al artista que, instalado en el magnífico Palacio de la Berbier (antigua residencia Episcopal), alberga más de mil obras, entre las cuales se hallan sus treinta y un carteles más conocidos. Precisamente el pintor y cartelista nació en 1864 en el castillo de Albi y vivió en la ciudad hasta 1881 cuando se trasladó a París. El artista es celebrado por el museo con exposiciones especiales y una ruta por los escenarios de su vida y obra.

Ciudad Episcopal

Atravesada por el río Tarn, amplio y magnífico y cruzados por señoriales puentes, Albi está presidida por la soberbia Ciudad Episcopal, declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad. En el interior de su recinto se pueden visitar la Catedral de Santa Cecilia, la más grande del mundo construida en ladrillo; el Palacio de la Berbier, antigua residencia de los obispos de Albi y sede del Museo Toulouse-Lautrec; y cuatro barrios medievales que nacieron bajo la protección y tutela del obispado en el siglo XIII. El Castelviel (Castillo viejo, en occitano), cuna de la ciudad, es un pintoresco barrio de calles estrechas y casas con entramados de madera, lleno de cafés y restaurantes, una delicia para el paseo. También hay que recorrer el barrio del Castelnau (Castillo nuevo); el de St-Salvi, cuyo claustro y colegiata del siglo XII asocian arquitectura gótica y románica; y las riberas del río Tarn con el Pont-Vieux (Puente Viejo) construido en 1040 que fue clave en el crecimiento comercial de la ciudad en la Edad Media.

Del medievo al siglo XIX

Al sentido visual hay que sumar en Albi los del olfato y el gusto, por ejemplo en el Mercado Cubierto, una de los lugares imprescindibles en la visita de la ciudad, construido a mediados del XIX. Muy cerca se halla la casa medieval más antigua de Albi, que data del siglo XII. El mercado está enclavado en el barrio que nació gracias a los mercados y al comercio de los siglos XV al XVI que dieron lugar a que una burguesía adinerada creara una nueva zona con casas señoriales y grandes edificios civiles. Hoy, es el centro de la ciudad y el barrio más comercial, donde se hallan el Ayuntamiento y el Teatro Municipal.