Es uno de los felinos más atractivos directamente emparentado con los jaguares, los guepardos, los tigres y los leones. Como gran y experto depredador, le gusta llevarse a sus presas a las alturas de los árboles, donde se sienten muy cómodos. Allí mantiene la caza a salvo de los posibles carroñeros que a menudo merodean alrededor de sus víctimas.
Generalmente cazan de noche, la mayoría de los ejemplares habitan en los bosques, selvas y sabanas africanas, aunque también hay algunos en Asia central, India y China. Pueden llegar a medir casi dos metros de largo y pesan entre 30 y 90 kilos, tienen garras retráctiles que les permiten agarrarse con fuerza a la tierra y al tronco de los árboles para trepar en ellos.
Las hembras de leopardo pueden dar a luz en cualquier momento del año. Por lo general, tienen dos cachorros grisáceos con manchas apenas visibles. La madre oculta a sus cachorros y los transporta de un lugar seguro a otro hasta que tienen la edad suficiente para empezar a jugar y aprender a cazar. Los cachorros viven con sus madres durante dos años, tras los cuales se convierten en animales solitarios.
Sus características motas marrones sobre la piel amarilla son una herramienta de camuflaje, y a los que tienen el pelaje negro se les llama panteras negras.
El leopardo de las nieves se encuentra actualmente en peligro de extinción junto algunos otros felinos.